Los afectados de siempre por inundaciones en días de grandes precipitaciones pluviales son un grupo importante de comerciantes que tienen sus negocios sobre la ruta Mariscal Estigarribia.
Gladys Mancuello afirmó que tuvieron bastantes pérdidas durante el tiempo de construcción de la vía para el bus de tránsito rápido y que siguen padeciendo.
Afirmó que muchos cerraron porque quebraron y se vieron forzados a vender sus propiedades, en tanto que los que resistieron siguen a duras penas sobreviviendo porque, afirma, la venta ya no es como antes. Además, deben padecer inundaciones y pérdidas de mercaderías con cada lluvia.
Urgen al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) que cumpla su promesa de corregir la obra, el precario desagüe construido, y creen que ya es hora de que se les tenga que ayudar económicamente de alguna manera. “Creo que más de 100, porque ni el 50 por ciento de los salones se volvieron a alquilar, desde la ex Calle Última hasta San Lorenzo, donde existen 190”, acotó.
Afirmó que quienes alquilan lo hacen por corto periodo, porque ya no se vende como antes y les cuesta cubrir de esta manera los costos fijos, a más de soportar el agua que les entra.
“Tengo un salón que hace dos años que no alquilo. Cobraba tres millones, en dos años mucho ya perdí. Como 70 millones ya perdimos los frentistas por no poder alquilar”, acotó la mujer.