El obispo de Caacupé manifestó que todo lo ocurrido debe llevarnos a reflexionar seriamente, “porque de esta crisis tenemos que salir todos juntos”, según señaló.
El religioso realizó estas reflexiones luego de salir de la celebración litúrgica vespertina, donde también se refirió a estas festividades completamente atípicas, pero necesarias. “Me siento orgulloso de todo el pueblo paraguayo, por esa obediencia demostrada por salvaguardar la salud. Qué bueno es ser paraguayo, les felicito, sigamos así, porque de esta manera vamos a engrandecer nosotros esta nación”, fueron sus palabras cargadas de emoción en conversación con ABC, en momentos en que ya regía la fase cero en Caacupé.
Valenzuela dijo que la decisión de cerrar las puertas de la Basílica y realizar una festividad sin la presencia de fieles fue muy difícil y dolorosa para la Iglesia y muy triste para los devotos. Recordó que en 1918 se hizo lo mismo, “no podíamos permitir, Caacupé se hubiese convertido en un foco de contagio, prefiero que me critiquen por esta decisión a que después me culpen de una tragedia que cobra la vida de miles de personas”.
Por su parte, el presbítero Nery Villagra, cura párroco de la Parroquia San Jorge de la Caballería del Ejército, manifestó en su homilía de la misa vespertina de ayer que “la paz social hoy se construye cuidando la salud de todos, con el cumplimiento del protocolo sanitario establecido”.
Instó a orar por el personal de blanco y a apoyarlo.
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