Ocampos sostuvo que “estamos llamados a luchar por un mundo más justo, por una sociedad más inclusiva y equitativa, procurando la transformación de las estructuras injustas y corruptas que crean ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres”. “Que los bienes y recursos lleguen a todos y no sean acaparados por unos pocos”, sentenció.
El obispo realizó estas reflexiones en la misa vespertina de la víspera del día solemne de la Inmaculada Concepción, que se celebra hoy. Afirmó que no se deben olvidar las tres T de las que habla el Papa Francisco: Tierra, Trabajo y Techo para todos. “Ojalá que en nuestro país todos los paraguayos tengan un pedazo de tierra, trabajo digno y techo donde cobijarse” expresó. Exhortó a los cristianos a no ser indiferentes ante los males de su entorno. “La eucaristía debe tener sí o sí una proyección social”, sentenció. Agregó que se ha de promover una cultura de la solidaridad que incentive iniciativas de ayuda a los pobres y a los marginados. La Iglesia en América ha de alentar a los organismos internacionales a establecer un orden económico en que no domine sólo el criterio del lucro, sino también el de la búsqueda del bien común, dijo el religioso.
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