Chávez afirmó este lunes en conversación con ABC que lo que se necesita son unos sensores en los alimentadores, un dispositivo que permitirá hacer más pequeña el área de afectación cuando suceden los apagones. De esta forma, el procedimiento de automatizará.
“Desde un punto de vista técnico no se hicieron las inversiones necesarias para sistematizar las zonas. Necesitamos sensores y equipos que liberen esas cargas (…) Necesitamos tecnología para mejorar la velocidad de atención (de reclamos). Eso vamos a empezar a hacerlo recién ahora”, indicó Chávez.
El gerente puso como ejemplo la empresa estatal de Uruguay, que es el país con el que comparó a Paraguay y en donde los cortes son mínimos. Argumentó que en nuestro país cada funcionario de ANDE atiende a unos 400 usuarios, mientras que en Uruguay, la Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas (UTE), cada funcionario a 150 usuarios.
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“En la década del ’90 y principios de este siglo no se hicieron inversiones en distribución para acompañar el crecimiento vegetativo. Sentimos ese rezago cuando pasan horas para hacer un reclamo y cuando eventos climatológicos que no debieran causar tanto daño causan esto”, añadió Chávez.
Durante la entrevista, el gerente de Distribución informó que cuatro alimentadores fueron los que quedaron con daños más severos durante las tormentas y que varias zonas siguen sin luz a raíz de esto.
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“Tenemos aproximadamente cuatro alimentadores que quedaron con daños muy severos, debido a la caída de postes y caída de árboles. Tenemos una convocatoria general de cuadrillas en zona del interior inclusive (para ayudar a la reparación)”, concluyó Chávez.
Ayer, ANDE estimó que los 127 alimentadores de energía que fueron afectados suministran energía a unos 30.000 usuarios, por lo que los cálculos indican que unas 400.000 personas se quedaron sin luz entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. Gran parte de las averías fueron causadas por la caída de árboles sobre la red de cables.