En la enmienda “mau” finalmente Cartes y sus aliados en el Congreso se frenaron tras el asesinato del dirigente juvenil Rodrigo Quintana en la madrugada del 1 de abril de 2017 por parte de la Policía Nacional tras recibir una “orden superior” que nunca la Fiscalía General del Estado, a cargo entonces del hoy acusado Javier Díaz Verón, logró identificar.
Estigarribia señaló ayer a ABC que un sector se adueñó del Partido Colorado en contra del voto popular porque los convencionales no tienen la potestad de prolongar el mandato de cinco años de las autoridades partidarias, según reza el Art. 29 del Estatuto Partidario de la ANR. Comparó este hecho con lo ocurrido el 1 de agosto de 1987 cuando mediante una convención los stronistas (con el “Cuatrinomio de Oro”: Mario Abdo Benítez, Sabino A. Montanaro, Adán Godoy y J. Eugenio Jacquet) atracaron la Junta de Gobierno y no les permitieron participar a los tradicionalistas, liderados por Luis María Argaña.
Advirtió que el cartismo busca seguir controlando la ANR para manejar el proceso electoral interno y digitar candidaturas porque de alguna manera constituye un peligro para los “averiados” el desbloqueo parcial con voto preferencial que se implementará en las internas municipales del 20 de junio de 2021 y las generales del 10 de octubre. Además, ya miran de reojo las presidenciales de 2023, expresó.
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