Genaro Ramírez, poblador de dicha comunidad, distante a unos 120 km del casco urbano de Fuerte Olimpo, acercó una nota con la firma de un grupo de pobladores a la Jefatura Policial del departamento, solicitando el traslado del agente policial Ariel Suárez, quien presta servicio en el referido lugar.
Tanto la nota como las propias expresiones del denunciante alegan que los pobladores de la colonia se sienten desprotegidos y en persecución constante por parte del uniformado, por lo que dicen vivir en permanente estado de zozobra.
Ramírez dijo además que el mencionado policía esta en dicho puesto desde hace años y recientemente fue trasladado, pero, de manera sorprendente, rápidamente logró volver al lugar.
Cuando le insistimos al denunciante cuáles serían las pruebas concretas sobre el supuesto abuso o persecución que realiza el agente policial contra los pobladores, este no pudo mencionar algo específico y solo se limitó a decir que de verdad viven en zozobra por la prepotencia del uniformado.
Consultado al respecto, el director policial del departamento, comisario Éver Caballero, dijo que recibieron efectivamente el pedido de traslado de este uniformado y que se encuentran en plena investigación del porqué, atendiendo a que en la nota no se especifica casos concretos que avalen el supuesto mal comportamiento del uniformado.
Menciono además que presumiblemente este pedido obedecería a la actuación de su subordinado y que derivó en la imputación de unas personas, entre los cuales se encuentra el portador de la nota, Genaro Ramírez.
El caso guarda relación con la denuncia realizada por un ganadero de nacionalidad brasileña de la zona en que acusa a dos personas de la colonia María Auxiliadora, entre ellas Ramírez, de haber ingresado de manera ilegal dentro de su propiedad, procediendo a descomponer un portón.
Al respecto, Ramírez había mencionado que el lugar donde el productor colocó el portón con guardias es un camino público y no propiedad del ganadero, por lo que habían llevado al lugar a sus animales vacunos para que puedan pastar y beber agua por unas pocas horas.
El fiscal de la causa, Andrés Cantaluppi, procedió a imputar a Ramírez y su compañero Carlos Recalde por este hecho, por lo que actualmente ambos cuentan con medidas sustitutivas.
Finalmente, el director policial dijo que están abiertos a recibir las denuncias de los ciudadanos sobre hechos concretos de algún tipo de prepotencia por parte de sus subordinados, en busca de mejorar el servicio a la ciudadanía.