El informe de “Situación Financiera” de la cartera fiscal, que dio a conocer ayer, señala que de enero a octubre del año pasado había destinado poco más de G. 1,8 billones (US$ 259,3 millones al cambio actual), pero en el presente ejercicio la cifra ya superó los G. 2,3 billones (US$ 330,8 millones).
El aumento obedece al elevado nivel de endeudamiento que registra el Estado en los últimos años a través de la emisión de bonos soberanos y, particularmente, en este ejercicio 2020 por los préstamos aprobados vía ley de emergencia sanitaria para hacer frente a la pandemia por covid-19, de unos US$ 1.990 millones en total.
Además de los bonos colocados en el mercado externo y a nivel local, se pagan por los préstamos contraídos de los organismos financieros internacionales, como el caso del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial (BM), la CAF, Fonplata y otros entes.
Los intereses se cubren con ingresos genuinos ya que la ley de Administración Financiera prohíbe pagar con deuda, pero la ley de emergencia sanitaria este año suspendió esta disposición atendiendo la fuerte caída de la recaudación tributaria.
Esto permitió que Hacienda utilizará parte de los fondos del préstamo de emergencia para estar al día con los compromisos asumidos con los acreedores, tanto en el pago de los intereses como del capital. Con respecto al capital, la ley permite abonar con deudas y cada año la cartera fiscal presupuesta la emisión de bonos para poder cumplir con estos compromisos.
Este año se emitieron bonos por US$ 543 millones, gran parte para cubrir las deudas y una menor parte para financiar inversiones en infraestructura; para el próximo año se prevé US$ 600 millones, y también la mayor parte será para realizar lo que se conoce comúnmente como “bicicletear” la deuda.
En 2021 la cartera también prevé realizar una emisión por US$ 500 millones para realizar el canje con bonos que están venciendo en 2023 por un monto de US$ 780 millones, aunque la nueva ley que fue aprobada por el Congreso le permite realizar esta operación hasta por más de US$ 2.500 millones.
La deuda pública total al mes de setiembre asciende a US$ 11.015,5 millones, lo que equivale al 31,1% del PIB, ya por encima de lo que economistas y exministros de Hacienda consideran razonable que es el 30%.
Las proyecciones de Hacienda revelan que cerraría el año en un 33,8% del PIB, en tanto que el déficit fiscal rondaría el 7,2% del PIB, el más elevado desde la vigencia de la Ley de Responsabilidad Fiscal que establece un tope de 1,5% del PIB, suspendido por este año por ley de emergencia.
Para el próximo año, aunque Hacienda alineó inicialmente el saldo rojo a señalado límite de la ley, pidió al Congreso elevar a 4% para el cierre del ejercicio, lo que ya fue aprobado por la Cámara de Diputados al otorgar la media sanción al proyecto de ley de Presupuesto General de la Nación (PGN) 2021.
En la sesión de la referida cámara del pasado martes 10, precisamente, los diputados de la oposición criticaron el elevado déficit fiscal y el creciente nivel de endeudamiento del país, porque se está volviendo “normal” en el presupuesto y desde el gobierno no existe ningún para salir de esta situación ya que no existe reforma del Estado ni ajuste de cinturón en las instituciones públicas.