El agente fiscal Andrés Cataluppi imputó a Aurelio Benítez por los hechos punibles contra la autonomía sexual “coacción sexual y violación”, por supuestamente haber sometido sexualmente a una mujer a quien habría contratado para realizar tareas domésticas en su vivienda, ubicada a unos 10 km del casco urbano de Fuerte Olimpo.
La víctima, una madre soltera, alega en su denuncia que fue sometida sexualmente por el hoy acusado a punta de arma de fuego y que una vez logrado su cometido, le amenazó de que si contaba lo sucedido, la mataría.
La mujer fue rescatada al día siguiente de la supuesta violación sexual, por un funcionario de blanco del hospital regional que sería su pareja sentimental, quien la acompañó para realizar la denuncia en sede de la Comisaría.
Benítez Giménez está actualmente recluido en la sede de la comisaría de la zona. Alega ser inocente, y sostiene que sí hubo sexo con la mujer, pero asegura que fue de común acuerdo. Afirma que contrató a la misma para que realice tareas dentro de su vivienda por el lapso de tres días, ya que recibiría la visita de unos amigos. “Es así que llegó a mi casa el jueves 2 de julio, después de que un amigo le acercara en su vehículo. Inmediatamente se puso a realizar las tareas de la casa de karanda’y (palmas), que está edificada en dos plantas, cuando llegó la noche; ella durmió en la parte de arriba y yo abajo”, mencionó el imputado.
“Al día siguiente ella me manifestó que tenía necesidades económicas, ya que necesitaba dinero para comprar materiales para cerrar el patio de su casa, y que además quería reparar su aparato celular, por lo que me ofreció sus servicios sexuales”, prosiguió.
Yo accedí a dicha petición y llegamos a realizar el acto sexual, pero de común acuerdo, luego le facilité una suma de dinero como pacto de lo acordado (...) Al día siguiente cuando estaban por llegar mis invitados, ella manifestó que tenía problemas estomacales y que quería irse de nuevo al pueblo, por lo que le pagué por los días trabajados", agregó.
Asimismo, dijo que después se enteró de que la misma, acompañada de su pareja sentimental –que es un funcionario de blanco del hospital– se acercó hasta la comisaría para realizar la denuncia de que él la sometió sexualmente bajo amenaza de un revólver. El procesado desmintió el hecho y argumentó que “solo posee un rifle”.
Benítez Giménez alega ser inocente y sostiene que todo se trata de un chantaje con fines de obtener dinero de parte de la mujer y su pareja sentimental, declara que el parte médico que se realizó la víctima en el hospital lo favorece. “No se pudo constar rastros de violencia alguna, eso está en la carpeta”, aseveró.
Dijo estar extrañado sobremanera de que tres meses después de lo que supuestamente ocurrió, el fiscal haya decidido imputarlo, “ya que si de verdad se tratase de un acto de violación sexual, la imputación y detención debería ser de manera inmediata”, apuntó.
Finalmente afirmó que está tranquilo, porque con las investigaciones se podrá demostrar que no se trató de un acto de violación sexual, y sí de un hecho de común acuerdo entre dos personas mayores, concluyó.