El hecho causó indignación en un sector de la ciudadanía, que expresó su enojo a través de las redes sociales. Reclamaron que se disponga el cierre del cementerio pero se permita que miles de personas ingresen a Caacupé durante la festividad mariana, que se inicia el 28 de noviembre próximo.
“Cómo es posible que tengan un protocolo para el novenario y no puedan crear uno para la visita a los difuntos”, fue uno de los de los reclamos en las redes.
En comunicación telefónica, el jefe comunal manifestó que en los días mencionados acuden un promedio de 10.000 personas al cementerio, que está prácticamente lleno, por lo que se tienen las condiciones para que se genere una aglomeración de personas. Añadió que, a pesar de tener un punto de acceso y otro de salida, además de estrechos pasillos, resultan totalmente insuficientes para poder aplicar un protocolo sanitario acorde a las necesidades.
Sobre la comparación que la gente realiza con las festividades marianas, Riveros sostuvo que como intendente tiene atribuciones para cerrar el cementerio municipal, pero no para cerrar la ciudad, porque eso le corresponde al Ejecutivo, finalizó.