El factor determinante para este incremento es el poco o nulo ingreso económico durante la crisis sanitaria, por lo que para la asistencia a familias, pacientes de la tercera edad y personas vulnerables, el Servicio Social trabaja de manera multidisciplinaria con los diversos departamentos como Psicología, Psiquiatría, Alimentación, así como también mediante la ayuda de fundaciones.
Según Romy Morales, jefa del departamento, existen casos particulares en que la familia viene preparada con cierto monto de dinero para enfrentar la situación, pero que los gastos generalmente superan el capital de los familiares. “Todo es costoso en un tratamiento médico; por ejemplo, los antibióticos de 3 dosis diarias cuestan en promedio G. 600.000 y aparte están los estudios tanto internos como externos que deben de cubrir así como medicamentos y tratamientos que no se cuentan o realizan en Clínicas”, dijo.
Explicó, además, que durante la pandemia, las fundaciones, organizaciones no gubernamentales y las entidades de beneficencia limitaron sus apoyos, a lo que se suma la situación que viven muchos de los pacientes que no cuentan con la compañía de sus familiares.
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