El intendente de Caacupé lo tiene claro: la fiesta por el Día de la Virgen de Caacupé, el 8 de diciembre, no será igual a años anteriores por la pandemia del coronavirus. Autoridades intentan coordinar las acciones para tratar de evitar las aglomeraciones no solo ese día, sino también durante el rezo del novenario en honor a la santa patrona del Paraguay.
Diego Riveros dijo este miércoles en conversación con ABC que apuntan a permitir unas 1.000 personas por cada misa en los días del novenario. Como habrá dos Eucaristías por día, lo máximo permitido será de 2.000 personas. “Con eso podría haber unos cuatro metros de distancia entre las personas en el novenario. Eso dispuso Salud”, explicó.
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“Hay que entender que hay una entidad matriz, que es el Ministerio de Salud. Vamos a acatar todo lo que ellos dispongan. Ellos prácticamente están al frente (…) No se puede tener el formato tradicional de poder permitir a la gente que venga masivamente (…) No se puede permitir la llegada masiva de las personas, eso es lo que ellos nos dicen”, añadió.
Pero, ¿cómo serán los controles para evitar la llegada masiva de fieles? Riveros respondió que se está planteando que, como cada día corresponde a una diócesis, trabajar con ellas para agendar a las personas que sí pueden participar de las misas.
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Riveros dijo además que hay un “alto temor” de las personas por el coronavirus en Caacupé y que “guste o no” los rectores en torno al protocolo están en el Ministerio de Salud. “No podemos hacernos de los locos y desacatar. Hubo muchos fallecidos, cercanos, por el COVID-19”, recordó.
El jefe comunal adelantó que no habrá una “festividad masiva” por más de que muchos de los ciudadanos así lo pretendan, más aún por el movimiento económico que reditúa el festejo para los caacupeños.
“No va a suceder eso de tener un millón de personas en ocho días. Estamos pensando unas 4.000, 5.000 personas por día (…) No vamos a tener las condiciones ni en la plaza ni en la explanada. Tenemos que reducir el volumen de gente, no tener un millón… unas 300.000 a 400.000 por día tal vez. Distanciamiento en Caacupé no va a haber si no se aplica un protocolo”, argumentó.
El año pasado, hubo 1.300.000 personas entre el 28 de noviembre y el 8 de diciembre, periodo en el que se cubre el novenario y el día de la celebración. “Todas esas ideas están. Hay que plasmarlo en un documento sólido y que la gente venga a cumplir con su promesa”, concluyó.
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La semana pasada, el obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, anunció que fueron suspendidas todas las peregrinaciones masivas a esta ciudad en el marco de la fiesta. La peregrinación nacional de la juventud, de los pueblos indígenas, de la diócesis de Coronel Oviedo, entre otras, no se llevarán a cabo para evitar la expansión de la enfermedad.