El castillo del Peñón se volvió el principal atractivo de la zona gracias a la bajante del río Paraguay, pero lastimosamente las personas que van lo hacen sin aplicar el distanciamiento social, el uso de tapabocas, entre otras recomendaciones sanitarias para asistir a sitios públicos.
Además están al orden del día las carreras clandestinas de motos, música a alto volumen y venta de bebidas alcohólicas a menores de edad. Algunas personas que fueron con niños lamentaron los bailes eróticos y los ebrios que comparten latas de cerveza.
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Todos los fines de semana llega una importante cantidad de turistas en la zona de Piquete Cue, para ir en canoa hasta el Peñón, que debido a la bajante del río ahora se muestra más vistoso, pero lamentablemente los canoeros, quienes cobran por el servicio del traslado, no están exigiendo el uso de tapabocas, tampoco se observa en la zona personal turístico sea municipal o de la Senatur, personal sanitario o policial para guiar a los turistas y sobre todo exigir la aplicación del protocolo sanitario.
Desde que se levantaron las fases de la cuarentena inteligente, muchas personas se relajaron y olvidan que el covid-19 está latente y que se siguen sumando casos y muertos.