Sin embargo, reflexionó que la situación sanitaria será un factor de incertidumbre constante, ya que habrá más probabilidades de contagio con la apertura de las restricciones y que es un tema a considerar.
Chamorro explicó que el consumo interno tiene dos formas de generar expansión, generalmente cuando con ingresos propios (producto del salario, horarios, u otros obtenidos de diversas fuentes) o con financiamiento. Este año, el factor de ingresos ha disminuido en muchas familias, por lo que numerosas personas deciden priorizar sus gastos. Además, la incertidumbre propia del covid-19 fue tan fuerte que los agentes económicos preferían guardar sus ingresos reduciendo el consumo (y con ello la demanda) y no tomaban nuevos créditos porque no tenían la certeza de tener el ingreso necesario para pagar el préstamo. El profesional explicó también que se da un efecto cadena, ya que los bancos tampoco se arriesgan en otorgar créditos cuando no tienen certeza sobre los ingresos de los solicitantes. “Por eso es que, por más de que la tasa de interés sea baja, no genera el efecto esperado en el consumo”, afirmó.
En un contexto normal, la reducción de la tasa de interés debería haber incrementado el consumo, pero eso no estamos observando. Sin embargo, los anuncios de la apertura en frontera generan una gran expectativa, así como la reapertura de los eventos que podría darse en los próximos días.
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