El juicio oral y público por el crimen que conmocionó al país se inició oficialmente ayer, con los alegatos iniciales de la fiscal Esmilda Álvarez y las defensas de Marabel y María Araceli Sosa, acusada por supuesta omisión de dar aviso del hecho punible, frustración de la persecución penal y reducción.
La agente del Ministerio Público ratificó la acusación contra Bruno Marabel, por el feminicidio de su esposa, Dalma Rojas; y el homicidio de los dos hijos de la mujer, y sus padres Elba Rodas y Julio Rojas.
Según el relato de la fiscala, en la madrugada del sábado 29 de setiembre el acusado acabó con la vida de Dalma, quien estaba durmiendo en la habitación que compartían. Para ello le propinó varias heridas de arma blanca.
Posteriormente, asesinó a la madre y a los dos hijos menores de la mujer, de 4 y 6 años, respectivamente.
El 5 de octubre el señor Julio Rojas llegó a la casa ubicada sobre la calle Oliva casi Montevideo y preguntó a Bruno qué había pasado de su esposa, su hija y sus dos nietos, a lo que el yerno contestó que tuvieron que hacer un viaje repentino a la Argentina, donde viven unos familiares de las mujeres.
Ante los cuestionamientos de su suegro porque no creía en la versión, Bruno también lo mató, utilizando un arma punzocortante, según detalló el forense Pablo Lemir al tribunal integrado por las juezas Gloria Garay, Gloria Hermosa y Alba González.
Además del médico Pablo Lemir, también declararon como testigos Hugo Servín, el fletero que compró arena y cemento a pedido de Bruno y entregó los materiales en la casa donde las víctimas fueron asesinadas y enterradas; Marcelo Díaz, el taxista que transportó al hoy acusado cuando este intentó cruzar a la Argentina luego que se descubra el hecho; y la encargada del local de comida rápida “Burger King”, en donde Marabel trabajaba.
El juicio oral continuará hoy, desde las 8:00, con la producción de pruebas.