Finalmente, se hizo ayer de mañana el allanamiento en la estancia Divino Niño Jesús, que queda en la zona de Teniente Pico, a 200 kilómetros de Mariscal Estigarribia, en el departamento de Boquerón, donde el martes último fue reportado el hallazgo de una avioneta quemada y de una fosa en la que habría cadáveres.
El operativo fue ejecutado por el fiscal Andrés Arriola y policías de la comisaría 6ª de Mariscal Estigarribia, Investigaciones de Boquerón, Antinarcóticos y Crimen Organizado, quienes efectivamente hallaron los restos de una avioneta Cessna con matrícula visible ZP-BOK, que fue arrastrada con un tractor hasta unos matorrales luego de ser quemada intencionalmente.
Junto a la nave fue encontrado el motor, que aparentemente debía ser retirado del sitio para ser reutilizado con otra máquina similar.
En una de las cabeceras de la pista de aterrizaje detectada, también fue descubierta una fosa de donde se desenterró el cuerpo de un hombre, que sería el piloto. La víctima fue muerta con 17 tiros en la cabeza, según las vainas calibre 9 milímetros levantadas. El cuerpo estaba ya desmembrado, aparentemente por el acecho de animales.
Lo que se sospecha es que la máquina fue atacada cuando aterrizó en el lugar y que el grupo responsable robó presuntamente una carga de cocaína que habría sido traída de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, que queda a solo 450 kilómetros en línea recta. Presuntamente, el piloto fue ultimado para no delatar a la facción que robó la mercancía.
Esa zona es un feudo de Jorge Teófilo Samudio González, alias Samura, quien de hecho estuvo oculto en una estancia vecina luego de que fuera rescatado el año pasado en un operativo comando en la Costanera Norte, donde murió el comisario Félix Ferrari.
Extraoficialmente, se supo que esa nave registra un último plan de vuelo del 21 de setiembre pasado, con un viaje declarado desde un aeroclub de Areguá hasta la colonia Neuland, con un tal Osvaldo Andrés Irala Mereles y un tal Alcides Moreno Balbuena como tripulantes.