“La situación empeoró con la nueva administración de la cartera de Educación, un equipo en cuya acción sólo vemos la prosecución lenta y cansina de proyectos elaborados por gestiones anteriores. Cada vez que debatimos esta coyuntura, la charla se pierde en interminables monólogos del principal responsable de la institución (Eduardo Petta) sin ninguna señal clara sobre cuál es la política pública de educación, si es que hay alguna”, señala parte de la demoledora nota de renuncia por parte de los miembros de la sociedad civil Margarita R. Kelly (miembro titular) y el periodista Luis Bareiro Mersán, quien es miembro suplente del Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI).
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En el escrito señalan las precariedades en el seno de esta instancia que como bien su nombre lo dice, tenía el fin de mejorar las condiciones de la educación de nuestro país. Lamentan que a más de cinco años del inicio de los proyectos “los resultados son poco menos que mediocres” y agrega “hubo que soportar no pocas frustraciones y a veces hasta enfrentar tribulaciones con la propia causa”.
En este sentido, siguen refiriéndose al ministro Petta “en estas condiciones, y los oídos sordos del titular del MEC, no se disponen ni de las mínimas condiciones para un trabajo coordinado y cooperativo. Reinan las actitudes personalistas y es el límite de toda cooperación”.
Finalmente, se advierte que “si el propio gobierno no pega un golpe de timón, si no convoca de manera urgente al mejor capital humano que tiene el país en materia de educadores, pedagogos, técnicos y científicos, lo que nació como un ambicioso y esperanzador proyecto para transformar la educación se convertirá en el mayor fracaso de la era democrática. Y no queremos formar parte de semejante sinrazón falta de ética pública”, sentencia la nota.