Javier Rolón, presidente de pequeños productores pecuarios de Pilar, dijo que la falta de alimentos y agua golpea al sector ganadero. A esta situación se le suma la poca presencia del Estado para ayudar a enfrentar la crisis, no se tiene presencia de técnicos pecuarios para ayudar a mitigar la mortandad de animales. Hasta el momento solamente la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) asistió con forrajes para los animales de los socios.
También dijo que la muerte de un animal es una pérdida para el Gobierno nacional, departamental, distrital y para las humildes familias campesinas de Ñeembucú. Actualmente no manejan números oficiales de cuántos animales murieron por causa del fenómeno climático.
El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) en el departamento de Ñeembucú está con mucha falta, en los distritos no se cuenta con oficinas informatizadas, no existe la orientación de técnicos. Los que hay solamente se pasean en lujosos vehículos de la institución, pero no orientan cómo hacer frente a la crisis a los ganaderos.
Prácticamente todos los animales de la zona están descalcificados porque no se tiene esa orientación, la gobernación de Ñeembucú tiene seis tractores para los agricultores, mientras que los ganaderos son dejados de lado y no pueden cultivar para el alimento de los animales.
“Estamos en una situación crítica, hoy lo que se pelea es por el estado de las lecheras, que sobren semillas para cultivar y tener alimentos para los animales. Hoy la naturaleza nos está pasando la factura por la falta de preparación, es importante que el Ministerio de Agricultura, gobernación, la municipalidad y el Senacsa nos escuchen porque nosotros también somos contribuyentes”, dijo Rolón.