La escultura también es en homenaje a la gestión gubernativa de don Carlos Antonio López, además al concurso de los técnicos europeos y anónimos paraguayos que trabajaron para la industrialización del país.
La industrialización quedó truncada por la guerra contra la Triple Alianza, indicó Luis Verón. Explicó que la materia prima, el material ferroso para la Rosada de Ybycuí fue un aporte de la mina de hierro de San Miguel denominada Itacua. “De acá se llevaba material telurico para la fábrica de hierro de Ybycuí”, dijo Verón.
Añadió que por los 150 años de la guerra del 70 se tomó el compromiso de donar el monumento de hierro, cuyo pedestal de forma triangular tiene las rocas de Itacua.
Asistieron al acto el intendente de San Miguel, Julio César Ramírez (ANR), concejales de la ciudad, el historiador y periodista Luis Verón y el escultor Sebastián Guggiari, entre otras personalidades promotores de la cultura.
Verón dijo que el monumento “Fuego y Memoria” es también un homenaje a sus padres Bernardo Verón Gutierrez y Dora Maidana de Verón.
En la apertura del acto el intendente Ramirez exhortó a los educadores a enseñar la historia de San Miguel que tuvo sus aportes al país, desde la época de las colonias y después con sus minas de hierro durante el gobierno de don Carlos Antonio López y la guerra contra la Triple Alianza.
En la inauguración hablaron también la concejala municipal María De Jesús González (ANR) y el escultor Sebastián Guggiari.
El monumento “Fuego y Memoria” es un pedestal hecho con rocas de Itacuá que por medio del fuego del crisol iniciaron la industrialización en el Paraguay, simbolizada en la llamarada de acero, pero que la guerra truncó convirtiéndolo en recuerdo de un pasado esplendoroso, señala el escrito al pie de la obra que se inauguró este 29 de setiembre, día histórico en que se recuerda la victoria de Boquerón.