En abril del mismo año también el Banco Amambay hizo un debido reporte de operación sospechosa. El banco comunicó que había operaciones que superaron el límite operativo autorizado por el citado banco; eran depósitos de cheques por importe aproximado de 1.735.810,32 dólares en apenas unos 28 días, desde el 1 de febrero al 29 del mismo mes del 2016. En mayo del mismo año también Itaú reportó que Leoz solicitó el retiro de los fondos en efectivo, por valor de 1.112.306,45 dólares.
El 19 de octubre del 2016, más de un año después del primer reporte de inteligencia financiera entregado a la Fiscalía, Leoz seguía moviendo con total libertad el dinero de banco a banco. Ya estaba mencionado en los documentos internacionales, había nombres y apellidos de empresas y empresarios que admitían haberle girado dinero indebido, y ese mismo dinero seguía moviéndose con la bendición del Ministerio Público. El fiscal adjunto de Delitos Económicos Federico Espinoza tuvo en sus manos los cuatro reportes de inteligencia financiera: el primero emitido el 18 de setiembre del 2015 (61 páginas), el segundo el 28 de diciembre del mismo año (40 páginas). El tercero vino casi un año después, en octubre del 2016 (8 páginas) y el último fue el 1 de junio del 2018 (58 páginas).
Todos exitosamente ignorados.