SALTO DEL GUAIRÁ (Rosendo Duarte, corresponsal). Nene Rojas era propietario del shopping Queen Anne de esta ciudad y estaba desaparecido desde las 17:30 del martes, tras salir de su casa con destino al cementerio local, donde fue a visitar la tumba de su hijo, como lo hace habitualmente. Su esposa, Valdieia Pereira, se percató de su ausencia recién en horas de la madrugada, y a las 4 de ayer dio aviso del hecho a la Policía, informaron.
La primera información recogida por los investigadores es que la víctima fue abordada por dos desconocidos en el camposanto, ubicado en el centro de la ciudad. Allí, obligaron al empresario para abordar su camioneta y se alejaron.
El rodado fue hallado poco antes de las 08: 00 de ayer en un terreno baldío del barrio Adela Speratti, en la zona oeste de la ciudad. Casi al mismo tiempo, uno de los fiscales que tomaron intervención en el hecho fue informado del hallazgo de un cadáver tirado en un baldío, al costado de un camino vecinal, a 5 kilómetros de la ciudad.
Rápidamente, confirmaron que se trataba del cuerpo del empresario fronterizo, que recibió varios impactos de bala. Según el comisario Leonor Barrios, el cuerpo tiene marcas que indican que la víctima fue maniatada, incluso torturada antes de su muerte. El jefe policial señaló que manejan varias hipótesis sobre la probable causa del asesinato, pero que las pesquisas recién empiezan. Se desconoce que el mismo haya tenido alguna amenaza previamente, sin embargo, habría estado recibiendo requerimientos constantes por deudas multimillonarias de varias personas y empresas, entre ellas de la firma Zafra Cambios de Pedro Juan Caballero y que tiene una sucursal en la ciudad de Salto del Guairá.
Esta entidad de la cual es accionista Julio César Duarte Servián (detenido) supuestamente guardaban millones de dólares de una red que movía miles de kilos de cocaína en el lado brasileño.
Según las investigaciones efectuadas por la Policía Federal (PF) del Brasil y la Secretaría Nacional Antidrogas, el dueño de Zafra supuestamente trabajaba directamente para los líderes de la estructura criminal de Emidio Morínigo Ximenes y sus hijos Kleber García Morínigo y Jefferson García Morínigo, todos brasileños.