Para el efecto estuvo ayer el director de política consular de la Cancillería, Gustavo Gómez Comas.
La reapertura causó gran alivio a un numeroso grupo de pacientes crónicos que dependen de medicamentos adquiridos en la Argentina para seguir sus tratamientos médicos, entre ellos pacientes diabéticos, oncológicos, entre otros.
Tras el cierre de fronteras por la pandemia del covid-19, y por iniciativa del cónsul en dicha ciudad, Agustín Goiburú, se había habilitado una oficina de atención permanente como una extensión de la oficina consular. La misma opera desde la zona primaria del puente internacional, en el lado paraguayo.
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