En el Palacio de López tuvo entrada la semana pasada el proyecto de ley que busca destinar G. 35.000 millones para mantener con insumos las ollas populares que se organizan a nivel país. La iniciativa fue sancionada por el Congreso Nacional el pasado 26 de agosto.
Se dio entrada en el Ejecutivo el jueves pasado y son seis días hábiles que tiene el Ejecutivo para expedirse, es decir para acompañar o rechazar esta propuesta que ya tiene aprobación del Congreso Nacional.
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La organización Articulación Bañadense, que se encarga de alimentar a las poblaciones que están pasando mal durante la pandemia del COVID-19, indicó que son unas 16.000 personas las asistidas actualmente en Asunción y Central.
“Esperamos que se apruebe, porque la ley de olla beneficiaría muchísimo en insumos de calidad y cantidad, en variedad, para que las ollas no queden paradas, porque todos los días hacemos autogestión para que estas ollas sigan funcionando. Vendemos pan casero, torta casera, hacemos malabares para que las familias tengan qué comer, porque en la comunidad hay hambre. Todavía no estamos teniendo el ingreso económico que teníamos antes, todavía no estamos volviendo a nuestros trabajos”, manifestó Kimberly Samaniego, una de las organizadoras de las ollas populares.
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“Desde la Articulación Bañadense, donde estamos los bañados Norte, Sur, Tacumbú y Chacarita, hay unas 16.000 personas que dependen de las ollas populares y también articulamos con las ollas del departamento Central, así sumamos esa cantidad de personas”, añadió Samaniego.
Vale recordar que esta organización recibe apoyo de la Secretaría de Emergencia Nacional, pero es insuficiente y de muy mala calidad, según manifestaron los dirigentes sociales.