El sábado por la tarde, un grupo de manifestantes pasó la valla perimetral del Panteón de los Héroes y Oratorio de la Virgen de la Asunción y pintarrajeó sus paredes, que habían sido restauradas hace dos años hasta lograr el esmalte original. Todo esto ocurrió ante la atenta mirada de efectivos policiales, que nada hicieron para evitar el mencionado perjuicio a un patrimonio emblemático de Asunción.
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Al respecto habló con ABC la jefa de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, Cria. María Elena Andrada. Al ser abordada sobre el mandato constitucional que ordena la protección de patrimonios históricos, respondió que probablemente la intención de la gente que se estaba manifestando ante el Panteón era buscar la represión policial.
“Desconozco la cantidad de personal que haya habido en ese momento en los alrededores del Panteón y quizás en ese momento, tratando de evitar un mal mayor, se optó por individualizar a la gente que estaba incurriendo en estas inconductas y se optó por comunicar al Ministerio Público para que tome cartas en el asunto. Seguramente, una manera de no caer en el juego de ellos de buscar la represión, es lo que se me ocurre responder, tratando de ser lo más sincera posible”, expresó.
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Agregó que los oficiales de mando medio para abajo se sienten un poco huérfanos ante la ley, porque si actúan con cierto grado de violencia son denunciados y procesados. “A veces es mejor hacer... No quiero decir ’hacer la vista gorda’, pero buscar la acción menos nociva en lo personal para evitar algún tipo de acción legal en contra de uno, es lo que se me ocurre”, reiteró.
Aseguró que de alguna u otra manera este atentado al patrimonio nacional afectó a todos. “Evidentemente, tenemos nuestros errores, nuestras deficiencias, falencias, quizás metidas de pata, en el marco de querer hacer bien las cosas, no siempre sale como uno planifica. No estamos tan mal. No sé cómo justificar, porque no estuve en la situación, no puedo saber qué directivas ellos recibieron, pero quiero pensar que fue para evitar algo más malo”, concluyó.
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El vandalismo se dio el sábado en horas de la tarde, cuando un grupo de manifestantes que protestaban en contra de la muerte de dos menores de edad en un enfrentamiento entre la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y la banda delictiva del EPP, en Yby Yaú el pasado miércoles 2 de setiembre, lo que ya ha generado una polémica a nivel internacional.
En ese contexto, ya fueron imputadas tres personas por parte de la Fiscalía: Mariángela Guidita Abdala Carísimo, Paloma Chaparro Panimboza y Gisselle Noemí Ferrer Pasotti. Además el Ministerio Público pidió la detención de estas tres personas, quienes estarían implicadas en la grafiteada del monumento histórico así como de la quema de la bandera nacional.
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Asimismo, en la fecha, el fiscal Ángel Ramírez aseguró que además del sumario administrativo que fue abierto contra los agentes policiales que rodeaban el perímetro del Panteón, el Ministerio Público analiza si estos tienen algún tipo de responsabilidad penal por no hacer nada para evitar que los manifestantes ocasionen daños al edificio histórico.
En ese punto, cabe señalar que las obras del Panteón iniciaron en 1864 y se terminaron 72 años después, en 1936, tras las dos guerras que enfrentó el Paraguay. En el sitio, descansan los restos de personas importantes en la historia del país, como el Mcal. Francisco Solano López, el Soldado Desconocido, Antonio Tomás Yegros, José Eduvigis Díaz, Eligio Ayala, Eusebio Ayala, Bernardino Caballero, Emiliano Rivarola Fernández y niños mártires de Acosta Ñu.