Los restos llegaron a la Morgue Judicial del Ministerio Público pasadas las 14:00 de este sábado por un equipo de forenses. Las fallecidas fueron exhumadas del cementerio de Yby Yaú el miércoles pasado, el mismo día en el que murieron. El argumento de los responsables del Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI) fue que se ciñeron al protocolo sanitario por la pandemia del coronavirus.
Sin embargo, mucho sucedió desde el miércoles. La versión oficial fue puesta en duda por varios sectores y organismos, llegando a generar hasta un impasse que persiste con la República Argentina, que exigió que se esclarezca la nacionalidad de las dos niñas fallecidas, ya que hubo documentos y testimonios que aseguran que solo tienen entre 11 y 12 años y nacieron en Clorinda, provincia de Formosa, Argentina.
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La Cancillería argentina emitió ayer un comunicado en donde “demanda al Gobierno paraguayo el esclarecimiento y la identificación de responsables por la muerte de dos ciudadanas argentinas de once años de edad”.
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El Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay contestó el comunicado comprometiéndose a esclarecer el caso, no sin antes expresar su “sorpresa” por lo indicado por Argentina.
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En efecto, el Gobierno paraguayo poco hizo para determinar la identidad de las niñas, informando solamente que no están en la base de datos de identidades de Paraguay y que, para ello, solicitaron a la Argentina verificar las huellas dactilares el mismo miércoles por la noche. Desde entonces no hubo respuesta.
Los responsables de CODI indicaron que ambas fallecidas son familiares de integrantes del EPP, específicamente de la familia Villalba.
El hecho ocurrió el pasado miércoles 2 de setiembre, en el límite de los departamentos de Amambay y Concepción. Tras el suceso, encontraron un campamento del EPP con armamentos, artefactos tecnológicos, dinero y otros elementos.
Según las fuerzas nacionales, la banda delictiva –que ya ha realizado varios secuestros en el país– utiliza como estrategia a menores de edad en primera línea para protegerse.
En ese contexto, en una de las conferencias de prensa realizadas por la FTC presentaron una nómina de 11 personas que ingresaron a las filas de esta banda criminal siendo menores de edad.
Agregaron que incluso hay evidencias de bebés nacidos en campamentos del EPP, que presumiblemente fueron a ser criados en Argentina y después regresaron para incorporarse al esquema delictivo, dirigido por sus propios familiares.