Familiares de Magna Meza desconocen existencia de una hija

3 DE FEBRERO. Familiares de Magna Meza aseguran desconocer la existencia de una hija de la sindicada como una de las líderes del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), pero exigen a las autoridades mayor celeridad para identificar los cuerpos de las abatidas y confirmar si existe parentesco con Magna.

Magna Meza, cabecilla del grupo criminal EPP. Sus parientes desconocen que tuviera una hija.
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Los familiares de Magna Meza, radicados en la compañía Duarte Kue de este distrito, están expectantes de la confirmación de las autoridades del Ministerio Público sobre la identidad de los dos cuerpos de adolescentes abatidas ayer en un enfrentamiento entre el EPP y la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), en el distrito de Yby Yaú, departamento de Concepción.

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Su hermano, Francisco Meza, dijo que nunca supieron de la existencia de una hija de Magna Meza, ya que hace años perdieron contacto con ella. Indicó que están esperando la llamada del fiscal Federico Delfino, quien está investigando el caso.

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Mencionó que en caso que se confirme que la menor tiene parentesco con la familia, pedirán que el cuerpo sea trasladado a 3 de Febrero para darle una despedida como a cualquier otra persona, “porque, sobre todas las cosas, a la familia no se le puede negar”.

El general Héctor Grau, excomandante de la FTC y actual asesor, afirmó hoy que es prácticamente un hecho que las dos adolescentes abatidas ayer en campamentos del EPP en Yby Yaú eran argentinas y que en ese país se creó una “guardería” de “soldados” del grupo criminal. Insinuó que ambas tenían parentesco con los hermanos Liliana y Osvaldo Villalba, cabecillas de los delincuentes.

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El enfrentamiento entre integrantes de la FTC y miembros del EPP sucedió ayer en la estancia “Paraíso”, ubicada en el límite de los departamentos de Concepción y Amambay, en las cercanías del cerro Sarambí. En principio se especuló acerca de que una de las abatidas sería la propia Magna Meza, y que por ese motivo el presidente de la República, Mario Abdo Benítez viajó al lugar.

Sin embargo, más tarde se supo que las muertas eran dos, y serían unas adolescentes que rondan los 16 años. Luego de una autopsia ambas fueron inmediatamente inhumadas.

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