Semillas piratas inundan mercado y perjudican a empresas legales

Casi 200.000 bolsas de semillas legales de soja se dejarían de vender este año debido al ofrecimiento indiscriminado de parte de productores piratas, mientras las instituciones que deben controlar no actúan, manifestó el presidente de la Asociación Paraguaya de Obtentores (Parpov), Ing. Agr. Pascual González.

Ing. Agr. Pascual González, presidente de Parpov.
Las empresas que trabajan en forma legal realizan importantes inversiones para dar lo mejor al productor.
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Para entender mejor el tema, debemos explicar que en el Paraguay son sembradas con soja 3.500.000 hectáreas de suelo, y para cubrir esa extensión se necesitan aproximadamente 4.500.000 bolsas de semillas. Las empresas dedicadas a la producción semillera entregaron en 2018 un total de 1.500.000 bolsas, en 2019 se redujo a 1.200.000 bolsas y en este año estimamos que disminuiríamos aún más, a 1.000.000 de bolsas, ya que el productor tiene la ventaja de poder utilizar su propia semilla. Sin embargo, esto se degeneró y ahora muchos hacen semillas para vender a otros productores, lo que está perjudicando enormemente a empresas que trabajan legalmente, explicó el Ing. González.

Oferta indiscriminada

Con tono de preocupación, el titular de Parpov agregó: “Lastimosamente y este año más que nunca se están ofertando en forma indiscriminada semillas no certificadas, que también denominamos como bolsas blancas (sin marca), tanto por redes sociales como en Facebook y comunicaciones directas, por Wattsapp en grupos de productores, incluso algunas radios del interior están haciendo publicidad sobre el tema y es realmente preocupante, ya que nosotros como Parpov lo que podemos hacer es realizar las denuncias a instituciones que deben controlar esta situación, como el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), pero no encontramos respuestas”.

No pagan impuestos

Obviamente, enfatizó, estos productores siembran las simientes como para uso propio, pero luego las venden a otros agricultores, están incurriendo en un delito, perjudicando enormemente a empresas que cumplen con todos los registros de protección, cuidados, inversión en tecnología, pago de licencias e impuestos. “Mientras que estos piratas de las semillas no pagan ningún tipo de impuesto o regalía al fisco, es totalmente informal lo que hacen y lastimosamente nadie está haciendo nada. Nosotros hacemos las denuncias, ya que las empresas se sienten impotentes ante esta situación”, refirió.

Intervención mínima

Siguió diciendo que se sabe que el Senave ha tomado algunas acciones, pero que no es mucho lo que logró, y “creemos que se puede hacer mucho más. Precisamos que el órgano oficial se imponga como corresponde. No puede ser que solo nosotros veamos lo que está pasando y ellos no. Hasta ahora no se ha hecho ninguna intervención llamativa o que pueda servir como ejemplo, por tanto el piratero seguirá haciendo lo que quiere, usurpando y pirateando la propiedad intelectual de las empresas”, señaló.

Pequeña diferencia

Si hablamos de diferencias entre comprar una bolsa de semilla legal y una de “bolsa blanca” se encuentra en torno a US$ 10 aproximadamente, y el productor no tiene a quién reclamarle si sale mal, pues no hay garantías al desconocerse la procedencia; “es a la suerte”. “Esta situación nos preocupa mucho como asociación representante de empresas obtentoras, que están invirtiendo en el país, ya que si se mantiene –dicha situación– se irán desanimando a las firmas que apuestan al país, a no generar nuevas variedades o eventos biotecnológicos que son fundamentales para que el productor pueda aumentar sus rendimientos a la hora de la cosecha”, finalizó el directivo de Parpov.

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