El documento consiste en el acta de una reunión secreta del primer anillo del gabinete de Golda Meir en el que se discute un informe entregado por el director de la Mossad, informando sobre las negociaciones con el régimen paraguayo.
Se habla de que se había alcanzado un acuerdo con autoridades migratorias de Paraguay para un plan de cuatro años, en el que Israel se comprometía a financiar la llegada de los inmigrantes, sostenerlos económicamente, y pagar un “arancel” de 33 dólares de la época por cabeza “al gobierno de Paraguay”, lo que hacía un monto global de 1.980.000 dólares.
La Guerra de los Seis Días (1967) había ampliado el territorio del todavía joven Estado de Israel, y a la vez había agregado una población árabe de un millón de personas bajo su control, lo que le generaba profundos problemas inmediatos y estratégicos.
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La bomba de tiempo que no tardó en estallar se podía percibir en los campos de refugiados, la pobreza campante, la altísima tasa de desempleo y, a mediano y largo plazos, una proyección de natalidad que ponía incómodos a los líderes israelíes.
Hubo diversos planes para abordar la cuestión, casi todos polémicos, por decir lo menos. Uno de ellos fue “exportar” palestinos a otras zonas del mundo. En ese contexto se enmarca el operativo paraguayo.
Hemos estado indagando y muy poca gente en Paraguay sabe algo del tema, y los pocos que encontramos que tienen alguna idea no quieren hablar públicamente de ello. Por lo que pudimos averiguar, llegó un primer contingente de 33 palestinos ese mismo año, 1969, que obtuvieron pasaportes y nacionalidad paraguayos en tiempo récord.
Sin embargo, el plan no prosperó. Las causas no están del todo claras, pero probablemente se terminó de frustrar el 4 de mayo de 1970, cuando dos jóvenes casi adolescentes de ese primer grupo llamados Halaj Kasbui y Talal El-Damsa entraron armados con revólveres a la Embajada de Israel en Asunción en busca del embajador Benjamin Varon y terminaron asesinando a la secretaria Edna Peer e hiriendo de gravedad a la recepcionista Diana Zawluk, que afortunadamente logró sobrevivir.
Este incidente es tristemente célebre por haber sido el primer atentado contra una embajada israelí desde la fundación del estado judío. Los dos jóvenes no eran profesionales, fueron rápidamente arrestados y luego condenados. En su momento se dijo que eran terroristas del grupo político-militar palestino al-Fatah, pero la realidad aparentemente era muy distinta.
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