Otro espejo de agua que se tiñe de rojo se registra en el país, esta vez en la compañía Piquete Cue de la ciudad de Limpio, donde desde hace más de cuatro meses la laguna Cerro presenta un aspecto rojizo y emana un nauseabundo olor. El hecho acontece en el límite de los barrios San Francisco y Santa Lucía, cuyos pobladores están cansados de elevar sus reclamos a la Municipalidad local y al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades).
El suceso se da a metros del área donde cada año florece la planta acuática yacaré yrupê. A fin que este sector no se vea afectado, los vecinos taparon con arena una tubería de cemento que conecta a ambos barrios, pero temen que en cualquier momento la contaminación pase al otro lado. Indicaron que el mal olor y la propagación de moscas se acentúan en horas de la noche y que en esta laguna habían peces y otras especies acuáticas que desaparecieron a causa de esta situación.
Los habitantes atribuyen el hecho a la curtiembre Waltrading SA, que opera desde este año en la zona y está con un sumario administrativo abierto, confirmaron desde el departamento jurídico del Mades, donde también indicaron que ya se hicieron tres fiscalizaciones al sitio, específicamente en abril, mayo y julio.
Gustavo Martínez, juez de Instrucción Sumarial del Mades, dijo que la firma tiene declaración de Impacto Ambiental y aguardan los informes técnicos para determinar si corresponde o no la suspensión. Sin embargo, hasta ahora ni siquiera tomaron muestras del agua. Eso sí, en cada fiscalización al lugar sacaban una foto de “la presencia del Mades”, que hasta el momento no brinda una solución y el cauce sigue empeorando.
No quisieron hablar
Durante nuestra visita, intentamos tener la versión de la empresa. En portería nos recibieron tres personas. Una de ellas sostuvo ser representante, evitó dar su nombre y acotó que están tomando las acciones legales respecto a estas denuncias. Negó que sean los autores de esta polución y consultada qué vertía el caño que desemboca a la laguna, dijo que es “agua del río”.
En la ciudad de San Antonio, la curtiembre que lleva el mismo nombre “Waltrading SA, también fue fiscalizada en marzo de este año por supuestamente contaminar el arroyo Guasu con sus efluentes.