ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa, corresponsal). El departamento de Itapúa es una de las tantas zonas del país que se benefician con la disminución de las restricciones en el marco de los planes puestos en práctica evitar contagios del coronavirus. Solo Alto Paraná, Central y Capital se mantuvieron en la fase 3 de la cuarentena.
Pese a que es una suerte de privilegio, en un recorrido pudo constatarse el bajo movimiento comercial en una de las ciudades fronterizas más importantes del país, como es Encarnación. Este fin de semana se comprobó la presencia de pequeños grupos de personas que compartían alguna reunión con “asadito” en plena vereda, y a agentes de la Policía Nacional y de Tránsito de la Municipalidad haciendo recorridos para vigilar el distanciamiento entre la gente, así como que los grupos no sean integrados por más de 10 personas.
La fase cuatro permite el turismo interno y la operación de hoteles aplicando determinados y exigentes protocolos de seguridad, pero el movimiento de turistas en esta ciudad es prácticamente nulo, conforme a averiguaciones hechas.
Por otra parte, un factor que está asociado al avance a la fase cuatro entre los pobladores es el temor que sea motivo de una “avalancha” de gente proveniente de sectores que todavía están en una fase anterior, y con ellas se expanda el covid-19 hacia esta y otras zonas del país. El temor existe, y nos obliga a ser mucho más precavidos con los extraños, sostuvo un vecino.
La anecdótica visita de un diputado asunceño que cumplió varias actividades políticas y sociales en esta ciudad la semana anterior, y su posible situación de positivo al covid-19, que finalmente fue descartado, generó conmoción entre los pobladores, y particularmente entre políticos y periodistas, ante eventuales contagios.
De a poco la gente empieza a visitar las tiendas, pero pocas abren sus puertas, solo aquellos comerciantes propietarios que no tienen que pagar alquiler, comentó una dependiente en una tienda de equipos electrónicos del nuevo circuito comercial.
Este sector depende mucho de los turistas compradores argentinos y el cierre de las fronteras obligó a cerrar sus puertas, refirió nuestra informante.