Al inicio de pandemia, desocupación y subempleo ya afectaban a medio millón de paraguayos

Los datos de la Encuesta Permanente de Hogares Continua, desarrollada por la Dirección Nacional de Encuestas, Estadísticas y Censos, indican que hasta marzo -cuando apenas se iniciaba la pandemia por coronavirus- unas 510.630 personas ya se encontraban en situación de desempleo y subempleo. El panorama tras el segundo trimestre sería mucho peor, advierten y piden prever políticas específicas para reimpulsar la economía.

El mayor impacto del desempleo recae en el sector comercial y también en servicios, que justamente fue el que más creció en 2019.Archivo, ABC Color
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El economista Fabricio Vázquez, miembro de MF Economía, indicó que la percepción de la situación actual, para lo que sería el segundo trimestre del año, es más desalentadora aún y que una respuesta efectiva para tratar de levantar la economía dependerá de la habilidad del Gobierno para tomar los datos que tiene y generar políticas focalizadas por sectores.

“Yo no querría ni imaginar esas estadísticas; van a tener un comportamiento más negativo que este”, adelantó y dijo que por ahora el gobierno “en realidad está tomando decisiones sin estadísticas o con unas estadísticas limitadas” y que si bien los datos del segundo trimestre solo llegarían para “confirmar la gravedad del problema”, los mismos también podrían permitir ajustar las políticas de reimpulso de la economía.

La reactivación económica “va a tener mucho que ver con la focalización de las políticas públicas”, insistió y dijo que la pandemia presenta varias particularidades, como por ejemplo un fenómeno que hasta ahora se daba al revés: antes la gente migraba del campo a la ciudad o al exterior y ahora se aprecia que ocurren viceversa.

De esta manera, Vázquez insistió en focalizar las políticas de reactivación según los sectores, ya que las realidades pueden ser distintas en cada zona del país, y también hay que ver qué habilidades pueden aportar las personas que vuelven al campo, sobre todo desde el exterior, desde donde retornan tal vez con conocimientos que pueden ser aprovechados.

También habría que agregar otro elemento importante: unos 9.000 compatriotas hasta el momento se vieron obligados a volver al país por la crisis en los países en los en que se encontraban trabajado. Esto puede ser una oportunidad, pero a priori también el retorno de estos compatriotas afecta a montos que ingresaban como remesas.

“Quizá no habría problemas de pobreza de estos retornados (por una contención familiar que es propia de nuestra cultura), pero obviamente se agregarán a ese sector de desocupados”, dijo y agregó que eventualmente incluso estos compatriotas que retornan del exterior podrían tener “una mayor capacidad para reinvertarse” y adaptar su conocimientos adquiridos aquí en nuestro país.

“Con los retornados tenemos una mano de obra con experiencia, con conocimiento, con un nivel de sofisticación por llamarlo de una manera, porque jugaron un torneo más competitivo que el paraguayo, y cuando digo torneo me refiero a la vida económica”, apuntó y dependiendo de cómo lo aproveche el gobierno, esa situación de los repatriados puede “aumentar el número de desempleo, pero a la vez puede ser una gran oportunidad”.

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