Presunto distribuidor de drogas habría albergado a asesinos de guardiacárcel

Los sicarios que mataron a tiros al jefe de seguridad del penal de Oviedo, Pedro Riquelme (49), estaban hospedados en una casa del barrio San Isidro, perteneciente a un presunto distribuidor de drogas que ahora está prófugo.

Agentes del Ministerio Público y efectivos de la Policías, durante el allanamiento de la vivienda en el barrio San Isidro de Coronel Oviedo, donde estaban hospedados los dos sicarios.
Pedro Riquelme, asesinado.
Richard Leiva, prófugo.
Agentes de Criminalística verifican las evidencias que fueron encontradas en el hueco de una de las paredes de la residencia intervenida. El lugar también era usado para distribuir drogas, dicen.
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La propiedad ubicada a unos cuatro kilómetros de la rotonda de esta ciudad, donde al mediodía del miércoles pasado dos pistoleros mataron a tiros al funcionario penitenciario, fue ubicada gracias a las cámaras de seguridad instaladas en la zona, que filmaron el desplazamiento de los sicarios hasta llegar al sitio, según informaron.

De acuerdo con los investigadores, el encargado del lugar fue identificado como Richard Rafael Leiva Figueredo (23), actualmente con medidas alternativas a la prisión, debido a que está procesado por los hechos de violencia doméstica y resistencia. Después de ubicar la propiedad, agentes policiales y fiscales allanaron el sitio ya en horas de madrugada de ayer.

Sin embargo, Leiva ya había abandonado la casa, donde solamente se encontraron dosis de cocaína, crack y marihuana ocultas en un hueco de una de las paredes del edificio. Esto hace sospechar a los agentes que el ahora prófugo era un activo distribuidor de drogas, quien mantenía vínculos con algunos internos de la cárcel regional de la ciudad.

La captura de Leiva es crucial para los investigadores, debido a que el sospechoso ahora surge como el nexo directo entre el mandante y los ejecutores del alevoso asesinato del jefe de seguridad de la penitenciaría regional de Coronel Oviedo, explicaron los agentes.

La fiscala Gladys Torales, quien investiga el crimen dijo que la vivienda intervenida era la base de operaciones de los asesinos. Vecinos confirmaron que ambos sicarios salieron del lugar para asestar el golpe, luego regresaron para recoger alguna cosas y escapar definitivamente, siempre a bordo de la misma moto.

La agente fiscal también señaló que allanaron la oficina del jefe de seguridad, de donde incautaron celulares y otros elementos que pueden ayudar en la investigación.

Igualmente, los uniformados mantienen las sospechas de que el reo Waldemar Pereira Rivas (36), alias Cachorrão, miembro activo de la organización criminal Primer Comando Capital (PCC), pudo ser el mandante del atentado.

Cachorrão fue detenido en mayo pasado en Pedro Juan Caballero como implicado en el asesinato del periodista Leo Veras.

Luego fue trasladado a la cárcel de Coronel Oviedo, donde supuestamente fue sometido a apremios físicos por Riquelme, quien también se habría apropiado de un monto de dinero que encontraron en poder del capo mafioso, durante una requisa.

Según los policías, a raíz de estos incidentes Cachorrão, quien desde hace ocho días fue traslado a la Agrupación Especializada habría ordenado la muerte del carcelero, explicaron.

Agentes de Crimen Organizado de la Policía indagan el hecho.

Otro funcionario víctima del sicariato

El guardiacárcel Ángel Espínola Marecos (49), fue asesinado a tiros en la mañana del 9 de julio del 2019, 300 metros antes de llagar a su lugar de trabajo, la penitenciaría regional de San Pedro del Ycuamandyyú. El crimen del funcionario se dio a casi un mes del asesinato de 10 reos en aquel reclusorio, producto de la puja entre miembros de organizaciones criminales. La ocasión fue aprovechada por Espínola para denunciar una serie de irregularidades registradas en el lugar, por lo que finalmente ordenaron su muerte.

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