En setiembre de 2018, la jueza Mesalina Fernández había denunciado a Giménez por su llegada tardía a un juicio oral; sin embargo, la afectada pudo demostrar con imágenes de circuito cerrado que tal cosa no ocurrió. Pero, igualmente Nilda Giménez fue suspendida por el lapso de un año y seis meses.
La jueza se reincorporó a sus funciones el 18 de marzo de este año y encontró su juzgado con evidencias faltantes. “Mi juzgado fue un botín para funcionarios corruptos y a los funcionarios que yo había sacado por corrupción, les metieron otra vez durante mi ausencia”, expresó.
Por eso el 18 de mayo solicitó una auditoría de evidencias, pero nunca se atendió su pedido. El 25 de ese mes insistió en su petición y se dirigió al titular de la Corte, Alberto Martínez Simón.
Indicó que su colega Gloria Hermosa, en el marco del juicio por la compra de medicamentos oncológicos vencidos, había remitido un informe falso sobre una supuesta inhibición de Giménez y con su salida, conformaron un Tribunal especial. Según la jueza, su colega nunca fue sumariada por este acto.
Ahora la magistrada Nilda Giménez está sumariada por supuestamente fijar audiencias de juicio oral sin consultar con los funcionarios, siendo que eso “es trabajo de los funcionarios. Yo solo controlo que no se adelanten juicios nuevos”, indicó.
La Corte, por unanimidad dispuso la remisión de los antecedentes de la jueza Giménez al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Esto a consecuencia de una nota que fue presentada por la magistrada Alba González, respecto a la dificultad existente de coordinar la realización de juicios orales con su colega, lo que motivó varias suspensiones.