Ávalos, entre 2006 y 2015, registraba un incremento patrimonial del 307%. En su primera declaración jurada consignaba un inmueble en su natal Villarrica y un modesto automóvil Ford Fiesta. Ni siquiera declaraba cuentas en el banco.
Para 2015, su situación mejoró bastante, ya se movía en una camioneta Kia Sportage, su cuenta bancaria declarada tenía unos G. 110.000.000 y su vivienda duplicó su valor.
Incluso, aparentemente recordando sus años mozos como integrante de un conocido trío musical, también declaró unos G. 100.000.000 en equipos de sonido y otros objetos.
Cabe recordar que en 2013 y 2014, dos causas en las que se decomisaron cargas de cocaína y que quedaron a cargo de Ávalos, terminaron con desaparición de parte de la droga, que en algunos casos fue reemplazada por almidón.
Más recientemente, en mayo de este año, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) detectó la tala indiscriminada de árboles en la zona de la reserva de la Cordillera del Ybytyruzú.
Pese a la flagrancia, el fiscal Ávalos no actuó para frenar la deforestación realizada incluso con retroexcavadoras, según denunciaron los vecinos del lugar.