Miriam Ramírez y su hermano Aurelio Montes presentaron ante la Fiscalía una denuncia por actuación violenta contra varios agentes policiales, durante una intervención el domingo pasado, a las 19:30, tras una llamada por una supuesta riña en un inquilinato en el barrio Amistad de Filadelfia.
La denuncia se dirigía contra Aurelio Gilberto Montes, quien jugaba cartas con otra persona identificada como Ángel Benítez Martínez, concubino de la dueña de casa. Durante el juego subió el tono entre ellos, mientras Montes estaba tomando alcohol, pero no hubo ninguna agresión física entre ellos, según las fuentes.
Señalaron que más de 15 uniformados habrían llegado al lugar, sin dar explicaciones, amedrentaron a Montes y “le rompieron la nariz, yo no sé con su arma o con su porra de goma, le rompieron la oreja, le patearon, atropellaron su dormitorio, le sacaron a rastras de ahí, tenía mucha sangre en la cara. Cuando yo reclamé que no tienen ningún derecho de actuar así y si tienen que hacer algo, tienen que hacerlo como corresponde, comenzaron a insultarme otra vez y uno de ellos me dio una cachetada”, dijo Miriam Ramírez.
Agrego que “no me dijeron nada, me ofendieron, me dijeron cosas muy feas a mí y a otra persona que me estaba acompañando, era una situación indignante, pregunté qué está pasando, pero nadie me dijo nada”.
“No querían que vaya al hospital”
De acuerdo a los denunciantes, la Policía no quería llevar al lesionado Montes a un hospital, pero por su sangrado le llevaron primeramente al Hospital de Villa Choferes, de donde fue derivado al Hospital de Filadelfia, para mayores estudios. Recibió suturas en la nariz fracturada y en la oreja izquierda cortada y quedó internado dos días, en condición de detenido.
El abogado Denis Ojeda informó que, según las manifestaciones de sus clientes, en todo momento el personal de la Policía se opuso y no quería que quede internado, “lo que nos hace sospechar, y en todo momento querían traerle a la comisaría, tenerle en el calabozo, a pesar su condición física y la salud, por eso el fiscal Andrés Arriola dispuso que queda internado, para que pueda tener la seguridad y su estado de salud no empeore en la comisaría”.
Miriam Ramírez, por su parte, señaló que “en todo momento que Montes estaba en el hospital, preso, la Policía estaba actuando en forma ofensiva, nos maltrataron muchísimo en palabras. Nosotros no lo dejábamos ahí solo justamente por eso. Porque ellos aprovecharon, a él estando solo enseguida le empezaron a presionar e insultar. Nos acusaron de cocinar todo... No se trata de eso, nosotros solo queremos que se haga justicia con lo que hicieron a él. La forma ofensiva, eso no hacen solo con nosotros, lo hicieron en varias ocasiones”.
Para Ojeda, es normal que la Policía en un procedimiento actúe un poco más fuerte de lo acostumbrado, pero cuando la acción excede, se lo puede reclamar. Resaltó que en este momento la situación procesal de Montes prácticamente está aclarada, porque él en ningún momento agredió a nadie físicamente, solo hubo cruce de palabras entre él y Ángel Benítez Martínez, pero cuestionó el exceso de la fuerza utilizada por el personal policial.
Dijo que se extralimitaron y lesionaron gravemente a Montes. El martes, Montes salio del hospital y el fiscal Andrés Arriola levantó también la detención contra él, remitiendo de oficio el caso a Derechos Humanos de la Policía Nacional, por las lesiones que ocurrieron durante la intervención.
Niega violencia
El jefe de Seguridad de Boquerón, comisario Robinsón Moudelle, dijo que tras una llamada telefónica pidiendo ayuda, acudieron al lugar. “Ahí estaba el muchacho y al notar la presencia de la Policía, corrió. Al correr chocó por el costado de una chapa de cinc, eso ocasionó el corte, en presencia de todas las personas que estaba ahí, incluso personal labró el acta”, dijo el comisario.
Agregó que Montes fue llevado al hospital, porque ninguna persona aprehendida y privada de su libertad puede ser introducida en la celda sin haber sido diagnosticada. Además, aclaró que ninguna persona pueda ser privada de su libertad sin orden fiscal. Afirmó que cada uno puede hacer su denuncia “pero con fundamentos. El personal policial no tiene por qué agredir a nadie”.
Manifestó que a diario se les dice a los agentes que no se tiene que agredir ni tocar en forma indebida al detenido y en este caso el informe médico, la denuncia de los afectados y el acto de procedimiento están a disposición de la fiscalía.