Maas detalló que el nuevo proyecto prevé la reubicación de las geobolsas movibles y unos tubos de control de descarga. Sin embargo, no pueden hacer esto sin un permiso del Ministerio del Ambiente, que a su vez exige un estudio de impacto ambiental.
En principio, estas geobolsas iban a ser colocadas sobre un muro llamado “de Meyer” que data de 1995 y del que Maas dijo que fue “difícil de encontrar”. Sin embargo, si se aplica el proyecto anterior de nada serviría, explicó, porque no evitaría la descarga de las aguas del Ypacaraí al río Salado.
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“Ayer ingresó la nota del Ministerio del Ambiente en la cual hace mención al proyecto de estructura de control de descarga del lago Ypacaraí, que planteamos desde el MOPC. En esa nota indican que ante las modificaciones (…) se debe tener una evaluación de impacto ambiental”, afirmó Maas.
Causa principal: la sequía
El titular de Conalaypa afirmó que la principal causa de la reducción del nivel del lago es la sequía que atraviesa la zona, especialmente también por el bajo caudal de los ríos Yukyry y Pirayú, que proveen del líquido al lago. Este, a su vez, desemboca en el río Salado, que termina en el río Paraguay.
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Entre las otras causas que mencionó Mass está la pérdida de vegetación flotante a raíz de las quemazones y de unos trabajos de limpieza que se hicieron en 2013 luego de una crecida del nivel.
“Desde el 2017 se fue reduciendo, se perdió gran parte de la vegetación flotante, es como que el agua se escurre más rápido. Es como que el agua tiene una vía libre. Se hizo con una subida muy alta del nivel del agua se hizo una limpieza en el 2013 y después de eso se recompuso y con las quemazones se perdió gran parte”, concluyó.