Néstor Filártiga, directivo de la Asociación de Restaurantes del Paraguay, explicó algunos detalles sobre el protocolo sanitario que proponen al Gobierno para volver a sus locales lo antes posible. La pandemia del COVID-19 ha obligado a la mayoría de los locales gastronómicos a cerrar sus establecimientos, despedir a sus empleados y a reinventarse, pero las pérdidas económicas continúan.
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“El protocolo establece que hay que mantener un metro entre comensales y dos metros entre mesa y mesa. Dependiendo de la configuración que tenga cada local, puede reducir su capacidad entre un 40% y 60%. De un máximo de 6 personas; no se permitirá mesas con más de 6 personas, salvo que sean grupos familiares, que bajo su responsabilidad decidan así, pero no podrán ser 10 o 12 personas. Un mozo no podrá atender a cualquier mesa, tendrá que centrarse en una o dos mesas como máximo. Toda la vajilla tendrá un tratamiento totalmente diferente al anterior. Cuando se llegaba al restaurante la mesa estaba montada; eso va a cambiar y probablemente la mesa se monte en el momento en que llega el cliente”, explicó Filártiga.
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Los locales gastronómicos sobreviven actualmente gracias al servicio de delivery, sin embargo las ventas bajaron considerablemente a raíz de la competencia desleal, aseguró el directivo de la Asociación de Restaurantes del Paraguay.
“Con esta situación se abrió un negocio informal en cada cuadra. Demasiada gente se dedicó a ofrecer el delivery de comida y el 99% de esa gente es de carácter informal, entonces el mercado se repartió entre demasiada gente. Los informales ofrecen precios que son imposibles de competir porque trabaja el dueño, con su señora, su hijo y prácticamente no tiene los costos que habitualmente tiene un negocio formal, que tiene que pagar toda una estructura”, indicó.
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En medio de esta crisis por la que atraviesan los dueños de restaurantes, el Gobierno no descarta extender hasta el 21 de junio la fase 2 de la cuarentena inteligente.