Gladys Amarilla, propietaria de un comercio con sucursales, mencionó que tras la reapertura de sus locales en esta fase de cuarentena inteligente se registró más demanda de utensilios de cocina, artículos que no implican un retorno pronto del cliente, puesto que con un buen uso podría utilizarlos durante años. “La gente ya no compra ropas, como no sale, no necesita vestirse bien”, comentó. Añadió que misma situación se registra con los juguetes, que normalmente son productos de alta demanda.
Amarilla es integrante del gremio de la Asociación de Importadores y Comerciantes del Paraguay (Asimcopar), que aglutina empresas de pequeño, mediano y gran porte, que pide una flexibilización de los créditos respaldados por el Fondo de Garantías (Fogapy).
A su vez, Eugenio Caje, vocero del gremio, dijo que el deseo de los propietarios de empresas de todos los tamaños es reducir la tasa de los créditos respaldados por el Estado, que sea hasta un máximo 5% y que el plazo sea de 24 a 60 meses, además de un año de gracia.
Caje explicó que la prórroga del pago permitirá a los empresarios que aseguren el capital ante la falta de movimiento comercial y mantener la estructura de costos que se tienen al seguir operativos, puesto que eso implica adquirir mercaderías y pagar salarios. “La consigna, sobrevivir sin dinero en esta etapa”, recalcó.