El padre del niño de seis años baleado el sábado a la noche por policías dijo a ABC que estaba circulando en regla. Si bien la cédula verde no estaba a su nombre, tenía el contrato del vehículo, al igual que la habilitación y la licencia de conducir.
“Es mentira todo eso. La cédula verde está en el vehículo, tiene la Fiscalía. Está todo en el acta ¿Por qué la fiscala dice que yo no tenía la cédula verde? (...) Todo estaba en regla”, sostuvo.
La fiscala que investiga el caso, Ana Girala, dijo hoy a los medios que el chofer del auto manifestó que intentó evadir la barrera porque no tenía la cédula verde y temía que le saquen su vehículo.
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“Yo soy el quinto dueño, yo también me dedico a la compra y venta (...) yo tengo todo el contrato, todo está en regla, la habilitación”, remarcó.
Relató que la noche que fue perseguido y atacado por agentes policiales estaba volviendo con su familia del hospital, específicamente de un control médico de su hija de dos meses. Reiteró que evitó el control porque sospechaba que era una “barrera probolsillo” en donde solo estaba la Policía sin acompañamiento de la Patrulla Caminera y del Ministerio Público.
“Me van a buscar el pero, porque el tema (...) ellos se aprovechan por esta situación que estamos pasando lamentablemente por el COVID-19. ‘Que esta prohibido’, ’que solamente en caso de que tu hijo tenga problemas de respiración’. A ellos no le calienta nada. Cuando encuentran algo de que agarrarse van a irse hasta el último, hasta que vos le des lo que ellos quieren y ahí te sueltan”, agregó.
Su hijo de seis años se encuentra en grave estado, aunque con pronóstico favorable de mejoría, tras ser baleado por policías “gatillo fácil” de San Lorenzo que persiguieron hasta Luque el auto de la familia que eludió una barrera anticoronavirus.
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El niño recibió tres disparos de arma de fuego y fue sometido a dos cirugías a las que fue sometido. “Está intubado, sigue en terapia, con respirador y medicamentos fuertes para el corazoncito”, dijo también el padre.
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La fiscala Girala imputó ayer al suboficial inspector Juan Darío Amarilla Ramírez (37) y al oficial ayudante Derlis Miguel Sanabria Talavera (25) por los supuestos hechos punibles de tentativa de homicidio, omisión de auxilio y lesión corporal en el ejercicio de funciones públicas. Sanabria sería el que disparó, en tanto que Amarilla habría estado al mando del móvil policial que persiguió a la familia.