El doctor Guillermo Sequera, de la Dirección de Vigilancia del Ministerio de Salud, hizo un análisis acerca de la situación actual del COVID-19 en nuestro país y dijo que se puede decir que aún no hay casos a nivel comunitario. Confirmó que la mayoría de los casos siguen siendo en los albergues. Consultado acerca de si lo peor ya pasó, señaló: “Nos preocupa el invierno y la entrada de otros virus que afectan al sistema respiratorio. No podemos evidenciar contagios en la comunidad pero no hay que bajar la guardia. Hay un montón de otros virus que atacan al sistema respiratorio”, manifestó.
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Sequera destacó el comportamiento de la ciudadanía para evitar la propagación del COVID-19 y señaló la importancia de continuar así para conseguir los mismos resultados con otras enfermedades como el dengue y las enfermedades que atacan al sistema respiratorio.
Señaló que se están realizando test en empresas, en la Chacarita, y en los bañados. Se realizaron más de 500 muestras y todas dieron negativo, según afirmó.
Así también dijo que se prevé realizar muestras en zonas fronterizas, fortalecer esta estrategia en zonas como Ciudad del Este, Capitán Bado, entre otras. Entre otros datos dijo que del total de contagiados, el 6% son los sin nexo, los cuales se encuentran en Capital, Central y Ciudad del Este y Minga Guazú.
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Sobre los test rápidos dijo que no son fiables. “Los test rápidos son muy malos, hacen falso positivos. Hicimos los test rápidos a personas que estaban enfermas y estos tests decían que eran negativos, no son fiables”, relató.
Por otro lado, dijo que el impacto de la fase 2 de la cuarentena se podrá ver 12 días después del 25 de mayo, aproximadamente desde el próximo viernes 5 de junio.
“En Paraguay hicimos una proyección de 30% de infectados y se dio solo el 10%. No es descabellado volver a las clases presenciales después del invierno si es que siguen sin darse casos comunitarios”, añadió.
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Consultado acerca de su opinión sobre el fraude en la compras de insumos y la posible implicancia dentro de Sistema de Salud, respondió: “Como ciudadano uno siente, causa frustración. Con esto aprendimos a ser más desconfiados. Da la sensación de que todos estamos estirando el carro pero algunos lastiman al equipo”, lamentó.