Ayer, seis de los miembros del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados votaron por la absolución de los magistrados de Paraguarí y solo Enrique Bacchetta pidió la remoción del cargo de Hugo Ríos, Gerardo Ruiz Díaz y Jorge Giménez Samaniego, miembros del Tribunal de Sentencia de dicha ciudad, pero su voto no fue suficiente.
“Es un hecho demasiado grave lo que ocurrió, porque nada menos una nena de ocho años cuenta en la Cámara Gessel que cuando su abuela salía, esta persona (su padrastro) le agarraba en un yuyal… cuando iba a comprar empanada. En todo momento abusaba de ella. Ellos (los jueces) le dieron validez a la Cámara Gessel, pero le dieron dos años de pena privativa de libertad con suspensión de la condena alegando que no se probó el coito”, criticó el titular del JEM.
Lamentó que no hayan solicitado más pruebas médicas para ahondar en el caso y así solicitar la ampliación de la pena. “No le dieron importancia e hicieron una injusticia con este caso. Lamentablemente siguen siendo magistrados”, expresó en contacto con ABC Color.
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Contó que al tratar este tema en la sesión virtual de ayer, además de él, estuvieron presentes Fernando Silva Facetti, Adrián Salas, Antonio Fretes, Cristian Kriskovich, Manuel Ramírez Candia y Gladys Bareiro de Módica. El único voto a favor de remover del cargo a los magistrados de Paraguarí fue de Bacchetta; sus demás colegas votaron por el apercibimiento. Acotó que el diputado Ramón Romero Roa no participó por una cuestión médica.
Además de absolver a los magistrados, Bacchetta informó que la mayoría de los presentes votaron por dejar en su cargo a la fiscala Mercedes Vera, quien -a su criterio- no solicitó todas las pruebas médicas correspondientes para acusar al hombre. Tres de los presentes pidieron el apercibimiento de la agente del Ministerio Público, pero finalmente salió absuelta por falta de votos.
“Soy uno de ocho. Muchas veces uno trata de manifestar, hacer la preopinión, pero la mayoría entendió que podía ser esa la sanción: el apercibimiento. Para mí, deberían estar afuera, como corresponde (…) Es irreversible, solo si hubiesen sido destituidos podían haber apelado”, lamentó Bacchetta.
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Los tres miembros del Tribunal de Sentencias de Paraguarí estaban siendo investigados por el JEM luego de que hayan decidido otorgar la suspensión de condena y dejar en libertad tras solo ocho meses de prisión al padrastro de una niña de ocho años contra quien existían numerosas pruebas.
El juez Jorge Giménez Samaniego, por ejemplo, había manifestado durante la sentencia que “felizmente no se probó” que él violó a la nena, pero sí de forma unánime coincidieron todos en que sí se probó el abuso sexual, que el acusado manoseó a la niña, le obligó a que le practique sexo oral y hasta eyaculó sobre ella.
El mismo recalcó en varias ocasiones que no se explica la sentencia debido a que los propios jueces aceptaron la Cámara Gessel en la cual la menor declaraba todos los hechos de abuso de los que fue víctima, en varias ocasiones y en varios contextos. Sin embargo, no solicitaron una junta médica para comprobar que la pequeña fue violada para aumentar la pena.
El día de la sentencia, los miembros del tribunal justificaron al condenado al decir que se trataba de “una persona preparada, con profesión” y que, por lo tanto, se le daba la oportunidad de que “recapacite” y que cumpla una serie de normas de conducta, entre los cuales destacaron la prohibición de acercarse a la víctima.
Debido a que el caso tomó estado público por la llamativa actuación de los jueces, cuando los familiares de la víctima estaban en la misma sala de juicio oral, el JEM inició el enjuiciamiento que finalmente ayer resolvió la absolución para los tres acusados, que hoy pueden volver a seguir juzgando
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