Teresa Sosa Laconich declaró hoy en forma telemática ante el JEM y el marco de la investigación preliminar por presunto tráfico de influencias para favorecer a Karim Salum. La fiscala ya presentó había presentado un extenso informe ante el Jurado sobre su procedimiento llevado a cabo en el aeropuerto para que el empresario, uno de los gerentes del conglomerado Grupo Cartes, no haga el aislamiento en albergue tras volver de EE.UU. en un vuelo humanitario.
La indagada negó que haya recibido órdenes de la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, para favorecer a Salum y reiteró que tenía una lista de pacientes que por la edad o porque tenían un cuadro de salud especial debían ir a sus casas a hacer cuarentena. En ella figuraba el empresario, remarcó una vez más.
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La representante de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en el JEM, la ministra Gladys Bareiro de Módica, le consultó quién le proveyó esa lista. Sosa respondió que fue proveída por el ministro asesor del Ejecutivo de Asuntos Internacionales, Federico González, enlace entre el Ministerio Público y el Centro de Coordinación Interinstitucional, que se encarga de gestionar las repatriaciones y ubicar a los connacionales en albergues.
Teresa Sosa había declarado que liberó a Karim Salum con dos argumentos: que contaba con una enfermedad de base y que tenía 60 años, por lo que estaba en el rango de edad para hacer la cuarentena en su casa. No obstante, el empresario solo tiene 50 años.
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El ministro González había complicado a la fiscala general del Estado, ya que contó que fue Sandra Quinónez la que envió al Centro de Coordinación un certificado médico de Karim Salum y pidió que sea enviado directamente a su casa.