El viceministro de Educación, Robert Cano, opinó que el sistema de educación está en un período de transición hacia una “nueva normalidad” con el desarrollo de clases a distancia, y que “ese proceso de adaptación no es instantáneo”.
Argumentó que en el período desde que las clases presenciales se cancelaron ante la pandemia de COVID-19, el Ministerio de Educación “se transformó en productora y editorial”, produciendo programas de televisión, audios, vídeos y “hasta juegos” para que los docentes puedan utilizar en las clases a distancia.
El viceministro Cano reiteró que el proceso será de clases “a distancia”, no “virtuales”, ya que el programa educativo se apoya también en material físico destinado a la población estudiantil que no tiene al alcance los recursos tecnológicos necesarios, lo que el viceministro estimo es un 15% del total de los estudiantes.
A su turno, Gabriel Espínola señaló que “el MEC está cerrado” y criticó que no se haya iniciado un proceso donde se pueda consolidar la participación real. “Yo creo que se puede llegar a tener la presencia en lo virtual, pero eso no quiere decir que sea el resultado”, señaló.
Por su parte, Camila Giménez de la Federación Nacional de Estudiantes (Fenaes) sostuvo que considerando el contexto ha exigido la conformación de una mesa técnica nacional participativa de trabajo con expertos en educación y todos los sectores, lo cual no se hizo.
“Hay estudiantes que no están pudiendo acceder a las plataformas, no hay respuestas sobre prácticas o pasantías (...) pero en definitiva, nos rehusamos a recibir título de una forma mediocre, no se puede pretender a terminar malla curricular normal por la situación actual de pandemia. Hay muchos estudiantes que se están adaptando, hay gente que no puede y que no tienen cómo, que no pueden consolidar su aprendizaje”, finalizó.
Christian Lozano, de la Federación de Asociaciones de Padres de Instituciones Educativas del Paraguay (Fedapar) indicó que en conversación con los representantes de colegios salió un mix: “colegios que no pararon y colegios que sí pararon". A renglón seguido indicó que “No hay vacunas, no hay tratamiento, no sabemos cuándo va a haber una circulación comunitaria. Fuimos cambiando la forma de pensar y apoyamos el sistema alternativo”.
Informó además que hay una gran cantidad de estudiantes, principalmente del sector privado que se desmatricularon, y alrededor de 500 registrados que solicitaron ingresar a instituciones educativas públicas.
Luis Fernando Ramírez, de la Asociación de Instituciones Educativas Privadas del Paraguay (AIEPP), opinó que la educación a distancia es “tan efectiva como la presencial”, pero señaló que requiere un enfoque propio.
“La tecnología hace que un niño en cinco minutos tenga un concepto que de otra forma le llevaría al maestro una hora enseñar, (…) cuando le ponés las imágenes el niño se acuerda para siempre”, agregó, admitiendo que eso requiere también que haya docentes capacitados para enseñar a distancia.
Ramírez dijo que al principio del actual período de pausa de las clases presenciales, cuando se adoptó el sistema a distancia, “la gente no lo tomaba en serio”, en parte debido a la incertidumbre sobre hasta cuándo las clases permanecerían cerradas debido a la pandemia de COVID-19, por lo que consideró favorable que el Gobierno dijera de forma concreta que ya no habría clases presenciales por el resto del año.
El representante de la AIEPP consideró que la nueva etapa de educación a distancia es “una hermosa oportunidad para la educación paraguaya para hacer proyectos, programas y planes” nuevos, pero insistió en que se tiene que trabajar a nivel departamental.
“Tenemos 17 modelos educativos en el país, no hay uno solo”, opinó, agregando que es necesario hacer que los consejos departamentales de educación participen para decidir qué funciona y qué se aplica a cada departamento.