De ninguna manera el Gobierno debe tomar más préstamos internacionales en el marco de la emergencia, porque de los US$ 1.600 millones ya contratados, unos U$ 600 millones eran solamente para pagar salarios, entonces con más créditos van a profundizar el endeudamiento de las generaciones venideras, derrochando dichos fondos en una suerte de “canilla libre”, dijo esta tarde en una entrevista con ABC, el presidente de la Cámara de Empresarios de Ciudad del Este y Alto Paraná, Carlos Jara.
“Hasta ahora se acepta el endeudamiento del Estado, pero aumentarlo para mantener todo el aparato Estatal, tal como está, sin hacer las esperadas reformas estructurales, será comprometer a las generaciones venideras”, adivirtió.
El mismo opinó que actualmente como están las cosas no sería conveniente abrir las fronteras, como proponen algunos grupos de empresarios de frontera. No obstante, propuso que el Gobierno negocie con el Brasil, específicamente con el Estado de Paraná, un protocolo sanitario para una posible apertura progresiva y parcial del Puente de la Amistad, previendo realizar masivos test rápidos del COVID-19, unos 500 puestos por margen.
Estimó que como efecto de las restricciones sanitarias, según los analistas, se produciría un 40% de pérdidas de puestos de trabajo, que se sumarían a los 50% de informalidad de la economía, y que los ingresos del Fisco se reducirían en un 50%, por lo que el Gobierno está realmente en un muy serio problema.
Para mitigar la propagación del COVID-19, el Gobierno había dispuesto una cuarentena en marzo pasado, que significó la paralización de gran parte de la actividad económica. Se estima que 70.000 personas tuvieron un cese temporal de empleos, mientras que más de un millón de trabajadores informales se vieron sumamente perjudicados. Gremios empresariales advirtieron sobre el quiebre de 2.000 compañías aproximadamente y pidieron la apertura total de la economía, con los protocolos sanitarios adecuados para evitar mayor avance del coronavirus.