A pesar de tener el rechazo del Equipo Económico, el 25 de marzo, ya en plena cuarenta por la pandemia del COVID-19, la ministra de Trabajo, Carla Bacigalupo, envió a la Secretaría de la Función Pública una nota en la que solicitaba contratación de auxiliares, asistentes y “asesores” para el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP).
Como si ya fueran pocos los 1.945 funcionarios que tiene el SNPP (más los 433 del ministerio y 227 de Sinafocal) y en un año de crisis económica en el que se estima una fuerte caída de nuestro Producto Interno Bruto (PIB), con miles de empresas en quiebra y compatriotas desempleados, el propio MTESS decide contratar sin siquiera llevar a cabo el concurso de méritos y aptitudes.
La cartera se basa en una ley aprobada en el gobierno de Horacio Cartes, año 2015, de la que siguió sacando provecho el Gobierno actual de Mario Abdo Benítez, acorde con las documentaciones a las que accedió este diario. Así, contratan “por excepción”, como si fuera una necesidad extrema, a personas con funciones de dudosa utilidad y sobre las cuales pesa la versión del funcionariado de que serían “planilleras”.
Según las informaciones a la que accedimos, el Equipo Económico rechazó las contrataciones solicitadas, entonces, la ministra Bacigalupo recurrió a los famosos “cargos de confianza”. Firmó, por ejemplo, la resolución por la cual designa como directora a la señora Vivivana Bonino, en carácter de “asesora”, con salario más bonificaciones que superan los G. 15 millones.
Su peculiar cargo es “directora de Familia Profesional, Imagen, Sonido y Comunicación” (sic), dependiente de la gerencia técnica del SNPP. ¿Quién pidió la contratación de Bonino? El viceministro de Trabajo, Luis Orué, respondió en nombre de la institución que no sabe ese dato, pero que la directora citada cumple funciones como “asesora de prensa”, aunque ella ni siquiera se encuentra en el grupo de WhatsApp de comunicación y los funcionarios del SNPP dudan de que realmente cumpla ese trabajo, pues es desconocida en el ámbito de prensa.
Este no es el único caso llamativo. Todo indica que la ministra Bacigalupo continúa disponiendo de aparentes rubros “fantasma” a personas de su confianza.
Así, por ejemplo, podemos citar al señor Ariel José Caballero, a quien sin haber hecho ningún concurso de méritos y aptitudes se le nombró como funcionario permanente para desempañar funciones en el Centro Tecnológico de Avanzada de la gerencia de acción formativa del SNPP, con un salario de G. 6.500.000.
Según dijo el viceministro acerca de Caballero, se trata de un ingeniero agrónomo, con capacitación en el exterior y varios títulos, al que le dieron un “cargo de confianza”. Alegó que el ministerio está “fortaleciendo las áreas de la escuela rural” y que el equipo formativo está yendo a trabajar a los diferentes departamentos para capacitar a productores. No obstante, cuando le insistimos si a él le consta que está viajando al interior, en plena cuarentena por la pandemia, respondió que no, pero que se está llevando a cabo la capacitación en la actualidad.
Curiosamente, Caballero tiene un vínculo familiar con otra funcionaria del MTESS, beneficiada por la ministra Bacigalupo. Se trata de Sara Soledad Rivas, secretaria general de la cartera, quien tenía un salario de G. 11.300.000, con rango de “directora”, pero le recategorizaron a “directora general”, con lo que la suma ascendió a G. 17.500.000, más beneficios y gastos de representación, de acuerdo con documentos a los que accedió ABC.
Rivas explicó a nuestro diario que el ascenso obedece a una regularización de la categoría, cuyo rubro no se encontraba disponible cuando llegó la administración actual, pero que hoy eso está subsanado. La Secretaría General del ministerio tiene rango de Dirección General por ley, aseguró la funcionaria. También aclaró que Caballero es el padre de su hijo, pero que no es su esposo ni tiene vínculo personal con él, por lo que su contrato responde directamente a la disposición de la máxima instancia de la cartera, que tiene la discrecionalidad de realizar las asignaciones en cargos de confianza.
También Nilda María Ferreira Fleitas fue beneficiada con una recategorización, al pasar de “jefa” a “directora general”, con lo que su salario más bonificaciones saltaron de G. 6 millones a G. 11.300.000. En conversación con ABC Color, Ferreira contó que es funcionaria de carrera, ingresó en 2008 y concursó por cargo permanente en 2019, y que le dieron este año el cargo de confianza en reemplazo de Noemí Rodríguez, una funcionaria que había tenido problemas por aparente falsificación de título universitario.
Según explicó, desempeña sus funciones dentro de la Dirección General de Talento Humano y también tiene tareas relacionadas al SNPP y Sinafocal.
En cuanto a los contratos por excepción llevados adelante por el MTESS, confirmó que, pese al rechazo del Equipo Económico, la cartera contrató sin concurso, apelando a la mencionada modalidad. Alegó que el ministerio tiene un cupo de unos 300 cargos en esa categoría y que puede disponer de ellos. El equipo económico solo puede rechazar cuando se solicita nuevos cargos, que fue lo que pasó.
Vale decir: Bacigalupo quería aumentar la cantidad de cupos de “contratos por excepción al concurso de méritos” para designar a más personas en pleno año de crisis.
Ferreira aseguró que la solicitud fue antes de la cuarentena y que quizás la resolución salió con fecha posterior, aunque el documento al que accedió ABC hace referencia al pedido de estos contratos de seis personas, principalmente auxiliares, el 25 de marzo, cuando ya se dispuso el paro total de trabajo, exceptuando algunos rubros. Todos ellos finalmente ingresaron a la institución.
ABC no ha podido contactar con el señor Ariel José Caballero, para tener su versión. Tampoco obtuvimos la respuesta de la “asesora de prensa” Viviana Bonino, quien nos atendió la llamada esta mañana pero nos dijo que no podía hablar en ese momento.