Mario Abdo Benítez dijo que, por más que no haya evidencia científica de que los niños sean vulnerables a la enfermedad, sí son agentes de contagio, por lo cual se tomó la decisión de postergar hasta diciembre el inicio de clases presenciales. “Se va a requerir de toda una nueva modalidad, mayor esfuerzo, creatividad y talento que estoy seguro de que sobra dentro de nuestro sistema educativo y va a requerir también apoyo de los padres”, agregó.
Luego del anuncio brindado por el Presidente, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, señaló que los argumentos sanitarios para no volver a clases este año son varios: primeramente, el hecho de que estaremos ingresando a la temporada de invierno, cuando los cuadros gripales aumentan y, por ende, también se incrementan las consultas por enfermedades virales.
Dijo que desde los niños que concurran a los hospitales estarán en riesgo de adquirir el COVID-19 y, si hay clases, de contagiar a sus compañeros. “Entonces, hasta finalizado el mes de agosto resulta necesario evitar este tipo de congregaciones, conglomerados que podrían facilitar la propagación del virus”, añadió.
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El 7% del sector educativo “no respondió” a la enseñanza digital
Por su parte, el ministro de Educación, Eduardo Petta, comentó que realizaron una encuesta con el sector docente y recabaron los siguientes datos sobre el desarrollo de las clases digitales en estas primeras seis semanas: el 88% de las tareas de retroalimentación se enviaron vía WhatsApp, puesto que los docentes utilizaron las plataformas del MEC para obtener los videos e instrucciones y luego enviarlos a los alumnos mediante esa mensajería.
Asimismo, el 5% de los docentes llevó los materiales físicos a las zonas vulnerables donde no existe acceso a internet.
Por otra parte, el 7% de los estudiantes no respondió a la enseñanza digital, sobre todo en sectores vulnerables como el de los indígenas, “donde debemos dar un trato distinto”, adelantó el ministro de Educación.
Utilizando esos datos, dijo Petta, irán desarrollando los cronogramas de trabajo para cada sector. Por ejemplo, en las parcialidades indígenas los caciques no permiten que ingresen personas que no son de la comunidad, por lo cual estarán buscando docentes indígenas que puedan acudir y desarrollar un cronograma diferencial.
Además, dijo que están evaluando la posibilidad de que los docentes que no tienen acceso a internet puedan acudir a las escuelas donde el MEC ya ha instalado la conectividad y así desarrollar sus clases desde allí, siempre sin presencia del alumno.
“Hay 1.717 escuelas que tienen internet y están vacías, entonces se podría dar el retorno de esos docentes para la utilización de internet, con un protocolo que impida la aglomeración”, señaló.
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Receso escolar
Por otra parte, anunció que entre el 4 y el 15 de mayo habrá un receso escolar porque los padres volverán a salir a trabajar y, por ende, se deberá articular otro mecanismo para desarrollar las clases.
“La decisión ha sido tomada para que el reporte que hoy tenemos, de la respuesta que tuvimos positiva y alta, puede variar porque el teléfono que estaba en casa ya no estará porque saldrán papá y mamá a trabajar”, añadió.
En ese tiempo, el MEC brindará programas psicológicos y actividades para distraer a los niños de primera infancia, “porque es un año distinto. Son actividades de contención porque tenemos que entender que hay un estrés que se está siendo generado en los hogares. El padre que siente el problema económico en la casa y mucha ansiedad por brindar el plato de comida (…) y eso generó un ambiente de estrés que el niño percibe en la casa”, argumentó.
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Calendario variable, flexible y diferenciado
El ministro explicó que mientras dure la pandemia todo el sistema educativo será distinto, al igual que el sistema de evaluación. Por ejemplo, aseguró que el Ministerio de Educación estará trabajando con los directores de los colegios técnicos y del último año del bachiller, para que puedan realizar sus prácticas en los colegios con todos los protocolos sanitarios para cuidar su salud.
Sin embargo, aclaró que “no pueden obligar a los padres” a que envíen a sus hijos a salir durante una pandemia.
Créditos para el sector privado
Por otra parte, contó que ya están trabajando con los colegios y escuelas privadas, de manera diferenciada, para poder establecer los mecanismos de trabajo.
Informó además que, tras el desarrollo de las mesas de diálogo, el Ministerio de Hacienda confirmó que no pueden otorgar subsidios pero sí créditos con bajas tasas de interés para evitar que las instituciones sean flexibles en el cobro de las cuotas y no tengan que cerrar por falta de recursos.
Kits alimenticios, ¿sujetos a la entrega de tareas?
Durante la conferencia de prensa, el ministro fue consultado sobre un caso puntual del Colegio Juan Ramón Dalquis, en el cual aparentemente los docentes condicionan la entrega de kits alimenticios a la presentación de tareas. Al respecto, dijo que la Ley de Alimento Escolar establece en su primer artículo que el almuerzo “se le da al niño que acude a la institución educativa”.
Pero como ahora no se brindan clases presenciales en el aula, al niño le corresponde el almuerzo si no deja de estudiar. “No somos la Secretaría de Emergencia Nacional, somos el Ministerio de Educación, donde el niño que va a la escuela almuerza. Tiene lógica por una cuestión meramente legal y constitucional”, argumentó.
Finalmente, garantizó que se aprovechará la ausencia de alumnos para invertir en infraestructura en las instituciones públicas. “Va a dinamizar la economía del albañil, el que vende cemento. Es un tiempo en el que tenemos que ser inteligentes para que en ese receso podamos hacer inversiones”, agregó.
Prometió que se harán los trabajos para que las instituciones estén listas en caso de que los protocolos sanitarios permitan el regreso al aula.