El Ministerio Público nunca había intervenido en recepción de viajeros, afirman encargados de este proceso. Esta fue la primera vez y aparentemente fue solo para que Salum (hermano de uno de los hombres cercanos del expresidente Horacio Cartes), no cumpla con la cuarentena como el resto de los pasajeros del vuelo procedente de Estados Unidos.
“Hay un protocolo de recepción de los viajeros. En esta oportunidad no fue de la misma forma de siempre porque estuvo presente el Ministerio Público. Cuando yo llegué al aeropuerto, la fiscala Teresa Sosa ya estaba y mencionó que ella tenía órdenes de recepcionar este vuelo y que se iba a hacer como ella decía. Le explicamos que hay un protocolo del Ministerio de Salud de cómo se hace la recepción, pero fue imposible manejar la situación con ella”, señalaron los testigos que pidieron la protección de su identidad.
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Uno de los hechos llamativos fue la forma en que estaba vestida la fiscala que incluso ingresó hasta el interior del avión. “Vimos a una persona vestida de médica que resultó ser la fiscala. Ella entró al avión gritando el nombre de Salum”, relataron los testigos.
Según los relatos, la fiscala actuó haciendo oídos sordos al personal médico y de la Dinac. Hizo sus propias reglas, violentando todo lo ya establecido. “El personal médico empezó a hacer su trabajo con la lista de pasajeros con sus casos especificados, todos clasificados, pero a la par, la fiscala trajo su propia lista y llamó a este señor (Salum) y se lo llevó sin que se lo examine”, indicaron.
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“Mientras el personal médico controlaba a un grupo de pasajeros, la fiscala ya se llevó a Salum, por lo que a él no se le inspeccionó”, coincidieron los testigos.
La presencia de la fiscala desconcertó a todo el equipo que se encarga de la recepción de los viajeros. Su presencia y sus órdenes desarticularon el protocolo y violaron las medidas sanitarias. “Nadie en el aeropuerto entendía su papel en ese lugar”.
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“Este era un vuelo especial, con personas influyentes, a esto se sumó la presencia de la fiscala, a la cual no podíamos atajar. Ella violó todas las reglas”, indicó una de las fuentes.
Las fuentes lamentaron lo ocurrido y señalaron que se echa por tierra un trabajo difícil que están desempeñando desde el inicio de la cuarentena por COVID-19. “Se burló de nuestro trabajo. Sabíamos lo que estaba bien y lo que estaba mal, pero no podíamos atajarle. Hicimos un informe señalando y documentando cómo su presencia dificultó nuestro trabajo y realmente estropeó lo que estaba planeado”, señalaron.
Intentamos tener la versión de la fiscala Teresa Sosa pero la misma no respondió a nuestras llamadas y mensajes enviados a su teléfono con terminación 586.