De acuerdo a los datos, el hecho ocurrió en la zona de Yatytay, ciudad del departamento de Itapúa distante unos 130 kilómetros al noreste de esta capital departamental. La víctima fue identificada como Ricardo Duarte (50), quien venía de pasajero, junto con otras cuatro personas. La investigación del caso está a cargo del fiscal en lo penal, Luis Albertini.
El incidente que le costó la vida a Duarte se produjo cuando la embarcación en que viajaban, una precaria canoa, colapsó unos 150 metros antes de llegar a la orilla del río. Todos los ocupantes, los cuatro pasajeros y el canoero, Heber David Núñez (21) se tiraron al agua buscando llegar a la costa. Cuatro de ellos pudieron lograrlo, no así Ricardo Duarte, quien desapareció en el río, y su cuerpo fue encontrado varias horas después.
Los otros pasajeros fueron identificado como Edgar Osmar Duarte (28), hijo del fallecido, Julio Cesar González Ávalos (33) y Rosalino Olmedo Acuña (39).
De acuerdo a lo señalado por el fiscal investigador, las cuatro personas son de nacionalidad paraguaya, estaban trabajando en un establecimiento maderero en la provincia de Entre Ríos, Argentina. Con el inicio de la cuarentena habían quedado desvinculados de la empresa, por lo que regresaban al país.
Se trasladaron hasta la ciudad de San Alberto, provincia de Misiones, una comunidad ribereña ubicada frente la ciudad de Yatytay, desde donde contactaron con un canoero a quien contrataron para que los haga cruzar de manera clandestina, ya que las fronteras están cerradas.
Durante su intervención, el fiscal pudo detectar que tres de los cuatro sobrevivientes presentaban febrícula, por lo que comunicó a las autoridades sanitarias, y todos están guardando cuarentena, en carácter de prisión domiciliaria, en un establecimiento preparado para el efecto por la municipalidad de Yatytay.
El canoero está imputado por homicidio culposo y exposición al peligro en el tránsito aéreo y fluvial y todos están imputados por violación al decreto de prevención de la expansión del COVID-19. El cuerpo del ahogado fue entregado a los familiares con la obligación de sepultura inmediata.
La precariedad de la embarcación convirtió el deseo de estos compatriotas de regresar a sus casas en una tragedia que enluta a una familia de la compañía Bonanza, una pequeña comunidad de Yatytay.