De la sesión virtual participaron 45 legisladores, 40 votaron por la remoción de Bajac, cuatro por el rechazo y uno se abstuvo.
Fueron la propia Bajac, Fernado Silva Facetti (PLRA), Darío Monges (ANR) y Oscar “Cachito” Salomón quienes votaron por no expulsar a la senadora. Blas Lanzoni optó por la abstención.
María Eugenia Bajac, quien asumió un curul en el Senado en 2018, se convierte así en la quinta legisladora que pierde su investidura desde la vigencia de la Constitución Nacional, en 1992. El primero fue Óscar González Daher (ANR), en diciembre de 2017. Le siguieron Paraguayo Cubas (Cruzada Nacional), Dionisio Amarilla (PLRA) y Víctor Bogado (ANR- HC), en 2019.
Bajac es pastora de una iglesia evangélica y, pese a ello, se le permitió la candidatura en las elecciones de 2018. Fue imputada por usar pasajes y viáticos del Congreso, así como la infraestructura y medios de la Cancillería para viajar a Perú y Guatemala en plena pandemia del coronavirus y para eventos religiosos evangélicos que nada tienen que ver con la política nacional.
También está procesada por violar la cuarentena a su regreso al país, acudir a numerosos comercios y participar en la sesión del Senado del 1 de abril, lo que provocó el cierre del Congreso y la cuarentena de unos 30 legisladores.
Bajac, hija del cuestionado exministro de la Corte Oscar Miguel Bajac, ingresó al Senado en 2018 bajo la lista interna del senador Salyn Buzarquis, pero se pasó al llanismo poco después.
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El acuerdo para la pérdida de investidura de Bajac fue casi unánime. La senadora colorada Lilian Samaniego, presidenta de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, leyó el reporte de Ana María Baiardi, embajadora de Paraguay en Perú, sobre las movilizaciones de Bajac en ese país usando recursos del Estado en ese lugar.
Samaniego recordó también que el presidente del Senado, Blas Llano, le aconsejó a Bajac que no viaje a Guatemala, adonde dijo que iba a ir en un principio. Reprochó que la destituida legisladora ni siquiera usara tapabocas en la sesión a la que fue el 1 de abril.
Además, contó que la embajadora transportó en el vehículo de la embajada a un pastor y su esposa —quienes dieron también positivo al coronavirus— hasta el aeropuerto de Lima, usando así los recursos del Estado también para personas ajenas al Paraguay.
Otros que lamentaron la actitud de Bajac fueron Georgia Arrúa (PQ), Carlos Filizzola (Frente Guasu), Stephan Rasmussen (PQ), Desirée Masi (PDP), Esperanza Martínez (FG), Blanca Ovelar (ANR) y Enrique Riera (ANR), entre varios otros.
El presidente del Senado, Blas Llano, dijo que iba a acompañar la pérdida de investidura de su correligionaria y lamentó que Bajac no le hubiera prestado atención a su consejo. “Le imploré, le supliqué que no viaje”, sostuvo.
Llano relató, con evidencias, cómo fue informado por el propio presidente de la República, Mario Abdo Benítez, sobre la situación de Bajac. La comunicación fue hecha por el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, el pasado jueves 2 de abril.
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El titular del Senado mostró capturas de pantalla de cómo Bajac recibió la recomendación de seguir la cuarentena después de hacerse el análisis el 31 de marzo, pero aún así fue a una financiera, a un salón de belleza y a la sesión del Senado del 1 de abril.
Llano dijo que Bajac le informó sobre el análisis que se hizo el 4 de abril en el Laboratorio Brunelli. Los resultados, que dieron negativo, los recibió el lunes 6 de abril. El titular del Congreso explicó que no puede haber un “falso positivo” del análisis del COVID-19. Leyó además el informe del Ministerio de Salud, que se ratificó en el resultado positivo del 31 de marzo. Incluso recordó el comunicado del Laboratorio Brunelli, que refirió que los resultados posteriores hechos por la senadora no se contradicen con los del Laboratorio Central de Salud Pública.
“Es un virus misterioso”
“Ninguna de las declaraciones cuenta con datos falsos, estos pagos fueron realizados con anticipación”, dijo Bajac en su defensa. “Les digo con absoluta certeza, jamás pensé usar dinero público para mis gastos personales”, añadió. En total, la legisladora llevó unos G. 12 millones.
La senadora añadió: “Yo fui la primera sorprendida, no consideré que el resultado iba a salir positivo. Les pido disculpas, generé crisis. Sé que pasaron por muchas cosas por mi culpa. Realmente nunca nadie sabe el motivo por el cual ocurrió, ni los médicos están del todo seguro. Es un virus misterioso”.
En un determinado momento de su defensa, Bajac incluyó a su hija, Mónica Penner, y una conversación con una supuesta funcionaria del Ministerio de Salud tras una presunta llamada al 154, número de emergencia por posibles síntomas de coronavirus. La hija cuestionó que se hubiera difundido el resultado del análisis de su madre e intentó obtener pruebas para lograr eximir a la legisladora. “No tenía conocimiento de que el análisis había dado positivo. Tengo el email del 2 de abril en donde el Ministerio de Salud me comunicó los resultados. El 2 de abril, el presidente del Congreso me comunicó vía telefónica”, subrayó.
En sus conclusiones, Bajac pidió ser suspendida y no expulsada del Senado. “No hubo dolo ni mucho menos conducta criminal. Pueden aplicarme esta sanción ilegítima, pero nadie podría estar libre de una interpretación antojadiza de la Constitución Nacional”, aseveró.
En el tiempo de debate, el senador liberal Víctor Ríos expresó que -aunque ya había una decisión tomada como bancada- consideraba que se tenía que analizar objetivamente si correspondía la figura de tráfico de influencias. “Tenemos que tener mucho cuidado en la definición de los hechos considerados como uso indebido de influencias, según la Constitución Nacional”, manifestó.
Fidel Zavala habló por la bancada de Patria Querida y reafirmó el apoyo a la expulsión. Por su parte, el senador Fernando Silva Facetti pidió que Bajac tenga un juzgamiento, previa defensa de un abogado. “Adelanto mi voto por el rechazo y sí acompañaría una sanción por su conducta irresponsable al venir cuando tenía los resultados del análisis”, señaló.
Como parte final del debate, Blas Llano ratificó que la senadora Bajac mintió sobre ir a un congreso de carácter oficial con las autoridades guatemaltecas y presentó la descripción detallada de un evento religioso “Cumbre Profética Internacional - Transformación sobrenatural de las nacionales en la era de Ciro” que iba a desarrollarse en Guatemala como la actividad real a la que la Bajac iba a asistir. “Este es el evento al que la senadora quiso ir”, remarcó el senador.
En su última intervención, Bajac hizo un recuento de los puntos de su defensa y pidió que se posponga el tratamiento de su pérdida de investidura, para asesorarse por un abogado y elaborar su defensa o una suspensión por 60 días sin goce de sueldo.
El caso
María Eugenia Bajac viajó a Lima, Perú, con la diputada Del Pilar Medina a un congreso religioso provida. Ella regresó el día 16 de marzo y Medina el 15, en plena cuarentena sanitaria. Cuando esta delegación salió de Paraguay el gobierno ya había decretado la cuarentena y la Organización Mundial de la Salud había declarado la pandemia. Además, en Perú había circulación comunitaria del virus.
En el caso de la senadora, la Fiscalía sostiene que ya presentó síntomas los primeros días el 18 de marzo y recién fue a consultar el 28 de marzo. Bajac dijo hoy que solo consultó por migraña.
El 31 de marzo se sometió al análisis de coronavirus y fue a sesionar el 1 de abril, sin conocer aún el resultado del test, según asegura. Después de hacerse la prueba, inclusive visitó una financiera y un salón de belleza.
Bajac pidió disculpas y dijo que recién recibió los resultados el 2 de abril. No respondió el porqué se siguió movilizando y desoyó las recomendaciones del Ministerio de Salud después de hacerse los análisis el día 31.
Posteriormente, la senadora intentó justificar la situación haciéndose otro análisis el 4 de abril, en que dio negativo a la enfermedad e intentó contradecir al Ministerio de Salud. Ayer, lunes, se informó que un funcionario del Senado también dio positivo al COVID-19.