Este domingo, el ministro de Educación, Eduardo Petta, respondió a un comunicado conjunto de varios gremios de instituciones educativas privadas, que le exigían la instalación de una mesa de diálogo y acusaban al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) de buscar sembrar discordia entre los padres de estudiantes y las instituciones privadas, en alusión a las recomendaciones hechas por el ministro Petta de que los colegios reduzcan los montos de las cuotas de sus alumnos.
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“En ningún momento instalamos (la idea de división), hoy más que nunca el sector educativo necesita de todos”, dijo el ministro Petta en un mensaje en Twitter, en el que señalaba que el MEC recibió en una reunión las propuestas del sector educativo para encarar la cuarentena sanitaria declarada por el Gobierno ante la pandemia de COVID-19.
El sector educativo entró en una pausa de las actividades presenciales el pasado 11 de marzo, cuando comenzó la cuarentena, y tanto el Ministerio de Educación como los líderes de las instituciones educativas coincidieron en que el sector de la educación será uno de los últimos en volver a las actividades normales, debido al riesgo de contagio que supone la aglomeración de alumnos en las aulas.
Muchas instituciones educativas, públicas y privadas, dentro del límite de sus capacidades, han dado cierto grado de continuidad a sus actividades a través de plataformas digitales desde el cese de clases.
El ministro Petta señaló que se celebró una reunión entre representantes del MEC y de la Asociación de Instituciones Educativas Privadas del Paraguay y la Asociación de Jardines Privados Unidos del Paraguay, en la que se trataron las propuestas del sector privado.
Entre esas propuestas se encuentran la posibilidad de incrementar las horas de clase y dar clases los sábados para culminar el presente año escolar en diciembre o enero, en caso de que los alumnos vuelvan a las aulas en el segundo semestre y que el Gobierno interceda para habilitar créditos flexibles para las instituciones privadas, a fin de que estas puedan seguir pagando a los aproximadamente 30.000 docentes del sector, o incluso un subsidio por parte del Estado, a cambio de una reducción considerable de las cuotas.