El Dr. Balmelli destacó que nuestro índice de contagio está bastante controlado gracias a las medidas restrictivas que se aplicaron en su momento, puesto que los datos publicados hoy son el resultado de los contagios ocurridos hace 15 días.
En ese sentido, consideró que las flexibilizaciones de la cuarentena se deben determinar en base a la curva de infectación y a la preparación de nuestro sistema sanitario, que implica la capacitación médica, compra de insumos e infraestructura de los hospitales.
Según el infectólogo, esta cuarentena será de muy larga duración, pero cada cierta temporada se deben evaluar los resultados para tomar determinaciones sobre qué hacer. “La cuarentena va a durar meses, porque va a haber momentos en que la curva de infectados va a subir, entonces habrá que poner pie en el freno, pero luego cuando va mejorando, liberar un poco sin sacar el pie del freno”, explicó.
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Es decir que, de acuerdo a su percepción, el Gobierno en los próximos días puede y debe ir liberando ciertos sectores de la economía, para que las familias paraguayas vayan recuperándose y preparándose para otro paro total que indefectiblemente se dará en los siguientes meses.
Asimismo, el Dr. Balmelli resaltó que si no se toman esas medidas de flexibilización más adelante se perderá la confianza de la gente. “La cuarentena va a tener que ser intermitente. La gente debe tener oxigenación y confiabilidad”, agregó.
En ese sentido, rescató que el propio presidente Mario Abdo Benítez haya dicho que se van a establecer ciertas flexibilizaciones después del 12 de abril, lo cual es importante para dar un respiro acertado a la economía, considerando que el aumento diario de casos es muy bajo.
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“Mejorar la comunicación”
Por otra parte, el infectólogo evaluó el reporte diario del Ministerio de Salud y consideró que se debe mejorar la comunicación: no solo decir los resultados diarios, sino también evaluar los resultados de la cuarentena, comentar el índice de crecimiento de infectaciones y hacer también una previsión.
También pidió que se extienda la cantidad de pruebas diarias a la población abierta, para poder determinar con mayor certeza el nivel de circulación comunitaria del virus.
Recordemos que el número de pruebas diarias en principio era de aproximadamente 30 y fue subiendo paulatinamente conforme se iban habilitando y equipando los laboratorios. En los últimos dos días se hicieron cerca de 200 test al día.
De acuerdo al informe lanzado ayer por el Ministerio de Salud, se procesaron 212 muestras y 4 dieron positivo: 2 del exterior, 1 contacto de caso confirmado y 1 sin nexo. Actualmente, seis pacientes se encuentran internados por esta enfermedad, dos de ellos en terapia intensiva. El resto de los contagiados permanece con aislamiento domiciliario.
En total, tenemos 124 casos confirmados de COVID-19, de los cuales 18 ya se encuentran recuperados.
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Miles sin empleo y pidiendo asistencia alimentaria
Hasta el momento, son 1.780 empresas las que pidieron al Ministerio del Trabajo el cese temporal o definitivo por la pandemia del COVID-19. Esto implica entre 50.000 y 60.000 desempleados, mientras que las que ya fueron informadas al Instituto de Previsión Social (IPS) suman unas 25.000 personas.
Por otra parte, cientos de trabajadores independientes o informales han presentado una caída precipitada en sus ingresos económicos.
Desde varias instituciones del Estado ya se han distribuido kits alimenticios y la Secretaría de Emergencia Nacional comenzó a entregar el subsidio de G. 500.000 del programa Ñangareko, mientras que el Ministerio de Hacienda comenzará a distribuir recién la próxima semana los subsidios de Pytyvõ.
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Atendiendo al retraso para dichos auxilios humanitarios, la ciudadanía se ha organizado para hacer ollas populares en los asentamientos más humildes, mientras que otros voluntarios han distribuido kits de manera independiente y solidaria.
Asimismo, un programador creó Ayuda.org, donde ya cerca de 2.000 ciudadanos se han inscrito para pedir donaciones de alimentos, elementos de aseo, medicamentos, trabajo o dinero para pagar sus alquileres y no quedarse sin un techo.
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